8.

322 48 2
                                    

8

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

8. ¡Felicidades, tienen un diez!

Es martes y la lluvia no ha parado desde que ingresamos el aula. A través de los grandes ventanales que están a la izquierda del pizarrón se ven los nubarrones grises y la tormenta parece que está a punto de hacer caer el cielo.

Adentro, el profesor Teruel está provocando un desastre diferente con las correcciones que le hizo a nuestras monografías. Más de uno parece decepcionado con las notas que obtuvieron.

Encima quiere que usemos el trabajo como un modelo para el examen que tenemos la semana que viene.

—Leiro —el profesor está parado frente a su escritorio y espera a que Vikesh se acerque. Cuando le entrega los folios dice—: No estuviste mal, pero hay cositas para mejorar. El último punto se trataba de hacer una reflexión personal y no tanto de lo que dice el autor.

Vikesh le frunce el ceño a sus correcciones, pero se sienta devuelta en su lugar sin decir una palabra.

Sonrío para mis adentros porque yo tenía razón y logré arreglar ese punto a último momento. Espero que Cyrene haya logrado entender lo que teníamos que hacer, pero por la mirada que me da sospecho que no.

Después de un grupo de alumnos es el turno de mi amiga de ir a buscar su trabajo. Se acerca a él despacio y se para frente al profesor con las brazos en los bolsillos de sus jeans oscuros.

Empiezo a morderme una uña cuando Cyerene regresa a mi lado cabizbaja con su trabajo lleno de anotaciones en color rojo. Cuando me muestra la nota veo un "Insuficiente" en una perfecta caligrafía.

Estaba tan segura que las dos estábamos yendo por buen camino y, ahora, su nota se me ríe en la cara.

Una idea empieza a formarse en mi cabeza y los nervios me retuercen la panza ¿Y si yo también desaprobé? Mi mamá y sobre todo el abuelo no van a estar contentos. En especial, el abuelo. Ya puedo imaginar su gesto de decepción cuando le muestre mi nota.

Si llego a tener una mala nota ya me puedo ir despidiendo de las sesiones de estudio con Jano y Cyrene. Me costó tanto tener la aprobación de poder salir del departamento para estudiar con mis amigos; que van a pensar que estuve perdiendo el tiempo.

—Jano Rotzberm —nombra el profesor.

Cuando Jano regresa nos murmura:

—Me puso en siete.

—Felicidades, pero te odio —le dice Cyrene haciendo un falso puchero con sus pequeños labios—. Para que te vuelva a amar me vas tener que prestar tu trabajo para estudiar.

Me tapo la boca para reír y el profesor llama a Kiran para hacerle su devolución.

—Hay que trabajar mucho en esta monografía y, en especial, si tenés intención de aprobar el parcial de la semana que viene.

—Entiendo.

Cuando Kiran vuelve a su silla el profesor Teruel nos sonríe a la clase como si estuviera ante la revelación del siglo y dice:

—Terra Von Faiser y Marine Cheo —Me pongo de pie junto a la chica de rizos negros que se sienta siempre en la primera fila. Así que se llama Marine—. Felicidades, las dos hicieron el mejor trabajo de investigación que leí en mucho tiempo y sus observaciones sobre el tema me parecieron impecables. Ambas tienen un diez.

☆☆  ☆☆╮

☆☆  ☆☆╮

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ECLIPSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora