ECLIPSE

24

24. ¿Esto es por qué aprobaron?

Todavía no puedo quitarme la vergüenza que me invade cada vez que pienso en ese maldito sueño pecaminoso. Siento que mis mejillas arden y me transpiran las manos cada vez que recuerdo las caricias de Vikesh y Kiran.

La vergüenza que siento es tanta que estuve los últimos días evitandolos sin poder mirarles a la cara a ninguno. Apenas pude darles una última clase de repaso para el recuperatorio que tienen hoy antes de salir corriendo con las mejillas rojas con una excusa super barata.

Sé qué me estoy comportando como una tonta, pero una parte muy profunda y muy pecadora de mí se pregunta qué se sentirá llevar el sueño y la fantasía a la vida real. Quizá por eso no puedo mirarles a la cara, porque hay una parte de mí que quiere que me hagan eso que viví en el sueño.

Suspiro y miro la hora en mi celular.

Llevo casi media hora en la biblioteca haciendo tiempo para ingresar a mi clase de Economía.

Le doy una ojeada al trabajo de investigación que tengo que entregar para aprobar el semestre y lo vuelvo a guardar en mi mochila. Casi es una suerte que la profesora al final se decidiera porque fuese individual; no sé cómo me sentiría si me hubiese tocado con Marine Cheo. Desde que Cyrene me contó lo sucedido entre Kiran, Vijesh y su hermana no sé cómo comportarme con ella. Me genera un poco de rechazo cada vez que pienso en lo que hizo su gemela.

Antes de salir de la biblioteca le envío un mensaje a Cyrene para saber cómo le fue en el recuperatorio.

Ya estoy a medio camino de mi clase cuando recibo su respuesta.

Aprobada.

Saludo a un grupo de chicas que reconozco de l a fiesta de Cyrene justo cuando alguien grita mi nombre a mi espalda. Sé a quién le pertenece esa voz mucho antes de girarme.

Kiran apenas me da tiempo a nada antes de alzarme en sus brazos y dar unas vueltas conmigo a cuestas.

—¡Tonto, nos vamos a caer! —chillo mientras veo el suelo bajo mis pies. Soy demasiado enana y él es muy alto.

—No tengas miedo —se ríe y damos unas vueltas más antes de que deje sobre mis pies—. ¿A qué no tenés idea de cómo me fue?

—Aprobaste.

—¡Con un diez! —Todo su rostro irradia felicidad. Tiene una sonrisa cálida que llega a sus ojos—. Por eso yo... yo quería saber si...

—¿Sí?

Todavía me produce un poco de gracia que tartamudee en algunas situaciones, pero es la primera vez que lo veo tan pleno y feliz...

¿Es extraño que su felicidad provoque la mía? No tengo tiempo de razonarlo mucho porque de repente Vikesh aparece de la nada -llevándose por delante a Kiran- y me estrecha contra sus brazos.