🌙 10: Contigo.

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Cuando Jimin estaba metiendo sus cosas en una mochila, no estaba pensando en nada con claridad. Sabía que su padre había dado la vida por esa empresa, pero también sabía que si él estuviera vivo jamás le habría hecho lo que le hizo su madre. Ni siquiera se había puesto a pensar en las consecuencias para Hoseok, pero creía que ninguna iba a ser tan mala como profanar su cuerpo marcándolo.

Aunque fuera temporal, se sentía terrible.

Además de eso, tampoco parecía pensar en que estaba básicamente a cinco meses de terminar la carrera, porque si se ponía a analizarlo, terminaría arrepintiéndose de irse. Lo único que quería era ser libre y por eso debía sacrificar su más grande sueño.

Sus movimientos eran lentos, pero decididos, y cuando terminó, se dio cuenta de que ni siquiera se había cambiado la ropa del día anterior, pero no le importó, sólo se puso encima una chamarra sintiendo la adrenalina creciendo en su cuerpo. Trató de no tener emociones fuertes, pues sabía perfectamente que Eunwoo las iba a sentir desde donde fuera que estuviera y era capaz de ir a cuidarlo el mismo para asegurarse de que no estuviera haciendo algo malo, por eso cuando terminó salió de su habitación con pasos sigilosos.

Era de madrugada todavía, por lo que su madre debía estar por despertar. Estaba por tocarle a Hoseok cuando esté salió luciendo un semblante totalmente inquieto, pero aún así Jimin no tuvo tiempo de decirle nada cuando este ya estaba jalandolo cerca de si para bajar corriendo las escaleras y salir. El beta le quito la mochila cuando se metieron a su auto y se fue corriendo al lado del conductor.

―¿Dónde vive ese alfa tuyo? ―le preguntó cuidando que las cámaras que resguardaban la parte de afuera no los vieran salir pero sabía que era casi imposible.

―Pondré la dirección aquí ―le dijo Jimin nervioso mientras activaba el GPS.

Hoseok condujo en silencio mientras el menor enviaba varios mensajes a Taehyung avisándole que estaba bien y que se verían pronto. Y también le avisaba a Jungkook que se verían en unos minutos. El beta movía nerviosamente las manos sobre el volante, veía de reojo a Jimin cada cierto tiempo.

―Puedes enviarme mensajes desde el celular de Jungkook ―le dijo sonando más triste de lo que quería.

―Lo haré ―sonrió Jimin de manera nostálgica.

Cuando ambos dieron con la esquina donde se encontraba el edificio donde el alfa vivía, rápidamente lo vieron correr hacia ellos. Hoseok se apresuró a bajar del vehículo para ir a abrirle a su hermano. El omega lo abrazó con las pocas fuerzas que tenía y le besó la mejilla.

―Lamento esto, Hobi ―susurró en su oído. ―Gracias por hacerme estar libre ―el omega se acercó más al oído de su hermano y luego susurró súper bajito. ―A Taehyung le gustas mucho.

Hubo silencio por unos segundos, pues a Hoseok eso le pareció la mejor noticia del día.

―Te adoro, Jiminnie, prometo que voy a pensar en una solución para que volvamos a vernos pronto ―le dijo a su hermano abrazándolo fuerte sin llegar a lastimarlo. ―Más te vale que cuides a mi hermano, él parece quererte mucho por la forma en la que habla de ti.

Jungkook hizo una pequeña reverencia hacia el beta.

―Tenlo por seguro.

Hoseok le entregó la mochila al alfa de Jimin sin dejar de mirarlo con ojos de muerte, y luego soltó al omega para que el más alto pudiera sujetarlo bien. Con el corazón encogido, se dio la vuelta dispuesto a volver a casa.

No sabía en lo que se había metido, pero al menos Jimin sonrió en cuanto el alfa lo miró y eso hizo al mayor de todos sonreír y asentir.

Cuando su hermano se fue, el azabache no se atrevía a hablar, ni siquiera a levantar la mirada. Sabía que estaba seguro ahí, con el alfa que se supone era el suyo realmente, pero el tener una marca de otro completamente diferente en su cuello le estaba haciendo sentir un mal omega. Jamás había tenido esa sensación de vergüenza.

Predestined Love 𐦍 KookMin 「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora