🌙 11: Tiempo.

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Cuando Jimin abrió los ojos esa mañana, sonrió al darse cuenta de que no había tenido otro sueño porque su lobo sabía que Jungkook estaba justo ahí, a su lado. Ninguno de los dos había mencionado nada acerca de la madre del omega, o de Eunwoo.

Jin los visitaba cuando tenía descanso, y se encargaba de darle más mimos al omega, quien parecía ensimismado con su alfa, por lo que ni siquiera se había dado cuenta de que ya llevaba ahí un par de semanas. Por alguna razón sabía que su madre no iba a reportarlo con las autoridades como desaparecido, porque no le gustaba que el mundo supiera que había problemas en su familia, y también sabía que ahí estaba a salvo.

O al menos eso quería creer.

Su lobo estaba feliz de estar ahí, y él no podía negar que también lo estaba. Había dejado de sentirse mal y estaba comiendo mejor, dormía todas las noches con el alfa y este lo abrazaba como si fuera lo más preciado que tenía. Jimin no sabía como catalogar su extraña y apresurada relación, pero como ambos parecían estar conformes, ninguno quería etiquetar eso, tampoco había necesidad todavía.

El castaño tampoco le había dicho nada respecto a su marca, la cual poco a poco se había ido debilitando, lo cual agradecía porque por fin estaba dejando de sentir las emociones de Eunwoo. Hubo un día en el que sintió que estaba furioso, y supuso que fue cuando su madre le debió haber avisado que se había escapado. Fuera lo que fuera, a Jimin no le gustaba estar conectado a ese hombre, por lo que cuando Jungkook miraba su cuello, no podía evitar querer decirle que reemplazara esa marca con una creada por él mismo. 

Sólo que todavía se sentía tímido al respecto.

El menor era el alfa más amable que conocía después de su padre. Lo trataba bien, le sonreía todo el tiempo, le daba mimos antes de dormir, y no lo había tocado más de lo debido porque sabía que no estaba en su mejor momento.

Jimin debía aceptar que su corazón latía como loco cuando sabía que Jungkook ya estaba por llegar del trabajo. Su lobo comenzaba a hacer fiestas en su interior cuando el castaño le daba atenciones. 

En cuanto a sus tareas diarias, él no era la clase de omega que hacía deberes del hogar, pero el alfa tampoco era una persona sucia, al contrario, limpiaba las cosas recién las utilizaba. De todas formas, Jimin se encontró a sí mismo limpiando de vez en cuando para no aburrirse, ya que le parecía que también debía hacer algo extra por lo que estaban haciendo por él.

Sin embargo, Jimin también estaba aportando dinero a la casa, porque Hoseok había metido una bolsa llena de billetes -que le durarían lo que él esperaba que fuera una eternidad- a su mochila sin que él se diera cuenta. Y junto a eso, estaba una nota que decía que eran sus ahorros, y que los considerará un préstamo para cuando las aguas se calmaran.

Al inicio Jungkook no quería aceptar el dinero, porque después de todo era un alfa y estaba en su naturaleza ser un poco orgulloso, pero al cabo de unos días termino aceptando y ambos compraron pastel y ramen ese día.

A pesar de todo, se sentía bien y evitaba pensar en las consecuencias de sus actos, pues hacerlo sólo le causaba malestar. Sabía que en algún punto iba a tener que enfrentar la realidad, no podía esconderse por siempre en el departamento del alfa.

—Buen día, bonito —le dijo de pronto la voz grave de recién despertado del dueño de sus pensamientos.

Jimin sonrió mientras guiaba su mano hacia el rostro del castaño, quien sonrió levemente ante el tacto.

—Buen día, alfa.

Jungkook abrió un ojo sintiéndose repentinamente enérgico al escuchar eso, envolvió al omega en sus brazos y no dudo en besar sus labios sin importarle el aliento matutino. Eso quedaba en segundo plano cuando los labios regordetes del azabache parecían llamarlo a todas horas. Movió un poco la lengua permitiendoe profundizar el beso y Jimin gimió bajito sin dudar en corresponderle.

Predestined Love 𐦍 KookMin 「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora