Jungkook quedó totalmente agobiado cuando un rato después de que Jimin le dijo más a detalle lo que le sucedió esa noche, el omega perdió el conocimiento. Cuando lo apartó para poder verlo, se dio cuenta de que estaba pálido y supuso que era por toda la carga de emociones, así que tratando de ser lo más respetuoso posible, le quitó el traje color granate, sin querer ver nada sin su consentimiento.
Su lobo le pedía que bajara la vista, pero él lo regañó mentalmente, eso no estaba bien. Él debía ser bueno con Jimin.
Le secó el cuerpo y el cabello con una toalla limpia y después lo vistió con unos boxers suyos y un suéter que le quedaba enorme, eso lo hizo sonreír. Jimin era hermoso. No podía evitar pensar en él como su omega, pero terminaba recriminándose después, pues sabía que eso era prácticamente imposible.
Después de tragar saliva, apartó sus manos del cuerpo del chico, y lo cubrió con la sábana de su propia cama antes de salir de la habitación e irse a dormir al sofá, lo que menos quería era asustarlo.
Cuando el aroma a eucalipto y limón se metió en su sistema, Jimin tuvo que abrir los ojos de golpe. No recordaba haber tenido ningún sueño, así que se sentó de golpe en la cama mareándose un poco, pero cuando su vista se aclaró, abrió los ojos de par en par al darse cuenta de que estaba vistiendo ropas desconocidas en una casa que no reconocía, pero sabía que pertenecía a Jungkook por el aroma que desprendían las sábanas.
Pospuso su huida para poder tocar el suéter que tenía puesto. Era suave y color gris, le quedaba enorme y olía a él. Jimin no pudo evitar acercar la manga a su nariz y olfatear la para después cerrar los ojos sintiéndose mejor. Su corazón latió rápidamente y su estómago se revolvió al pensar en el alfa vistiéndolo para que no se enfermara.
¿Por qué Jungkook era tan fácil de querer?
Buscó su ropa, pero al no encontrarla se dio cuenta de que no sabía la hora, ni que estaba pasando. Un escalofrío le recorrió la espalda al pensar que quizás Eunwoo había ido corriendo a acusarlo con su madre sobre que le había gritado y que se había ido o quien sabe que mentiras se pudo haber inventado. Algo nervioso y avergonzado, se estiró el borde del suéter para que le cubriera hasta la mitad de los muslos y abrió la puerta para asomar la cabeza.
El aroma del alfa se mezcló con otro aroma a huevos fritos y pan tostado.
—Buen día —murmuró tímido, queriendo hacer como que no estuvo viendo la espalda desnuda del alfa por varios minutos antes de hablar.
—Oh, disculpa, estaba acalorado aquí en la cocina —le dijo el alfa tomando su camiseta de una silla y poniéndosela, entonces lo miró con una sonrisa que a Jimin pudo haberlo derretido hasta dejarlo regado por el suelo. —Prometo que no te hice nada anoche, sólo creí que podías enfermarte...
—Está bien, Kook —le dijo sin darse cuenta del apodo. —Confío en ti.
Y no sé porqué.
El alfa sonrió por el apodo, pero el omega no pudo verlo pues este se giró para comenzar a servir dos platos.
El departamento de Jungkook era lindo, pequeño y acogedor, de dos habitaciones con un baño enmedio, una cocina y una sala comedor. Jimin observó su celular en la mesilla de la sala, pero decidió no acercarse a verlo.
Los problemas podían esperar.
—Hice el desayuno, puedes tomar asiento —le sonrió el más alto poniendo un plato frente a él. —¿Te gusta el té de manzanilla? —Jimin asintió sentándose.
—Yo, umm... Lamento haber venido aquí anoche, agradezco que me hayas ayudado.
—Mi lobo no dejaba de arañarme para que te cuidara —le dijo sentándose frente a él. —Tengo que ir a trabajar en un rato, pero esta bien si te quedas aquí, no me gustaría que volvieras a ver al imbécil que te hizo esos hematomas en las muñecas, pero sé que lo tienes que hacer en algún momento.
ESTÁS LEYENDO
Predestined Love 𐦍 KookMin 「Omegaverse」
Hayran KurguJimin jamás imaginó que se encontraría con su alfa predestinado después de que su padre muriera y su madre quisiera obligarlo a casarse para mantener la empresa familiar en pie. Jungkook jamás se imaginó que se encontraría a su omega predestinado y...