That woman [Leonor x Girl]

Despierta

Sentía como una vibración resonando en sus oídos, notaba como había alguna luz que le daba directamente a los ojos pero no podía ver nada, seguía estando en la oscuridad. No sentía ninguna parte del cuerpo, tampoco podía moverlas. Escuchaba como susurros imposibles de reconocer de quien se trataba.

Marta: ¿Todo fue un sueño? Y si lo fue... ¿por qué seguía viendo negro?

Lentamente comenzaba a sentir el control de su cuerpo, empezó moviendo un poco los dedos, después de hacer eso los susurro aumentaron haciendo que le empezara a doler la cabeza.

Marta: Silencio

No había silencio, los susurro se seguían escuchando, y cada vez más fuerte. Se repetía internamente que se callaran, le dolía mucho. Notaba como su cuerpo comenzaba a moverse de un lado a otro, parecía que se iba a despertar pero se detuvo y seguía en la oscuridad.

Marta: No me jodas, ahora, ¿cómo salgo de aquí?- molesta.

No podía caminar, solo estaba ahí de pie observando su alrededor. Si todo esto es un sueño debía de despertarse pronto, la cuestión es como podría hacerlo sin tener el control por completo de su cuerpo. De repente, el fondo cambió hasta lo que parecía una ¿fiesta?, más bien es como un salón de baile pero había decoración de cumpleaños. Las personas aparecieron por arte de magia, literalmente, aparecieron sin más. Estaban bien vestidos, las mujeres vestidos elegantes y los hombres trajes elegantes. Desde su perspectiva se podía ver casi toda la sala, el sitio comenzaba a serle familiar. Sorprendente podía moverse por la sala pero nadie la estaba viendo, parecía como un recuerdo.

Un grupo de personas se movió y se escuchó un grito de sorpresa, al ver la dirección donde fue el grito se sorprendió a ver a una Leonor, un poco más joven, corriendo hacia alguien. Al moverse un poco pudo ver de quien se trataba, era ella misma, Marta pero más joven. La alzaba en un abrazo mientras sonreía.

Marta: Claro! Ahora todo cuadra, estoy en el 18 cumpleaños de Leonor, esto es un recuerdo.

Se escuchó música de fondo dando a entender que era el turno de bailar, cada pareja se fue a la pista y comenzaron a bailar. Primero lo hicieron la pareja de chicas y luego se unió el resto. Era una escena muy bonita y se alegraba de haberla vivido en dos perspectivas. Una gran sonrisa le salió al recordarlo, desde ese entonces no ha vuelto a bailar así con Leonor, ni han estado tan unidas, con el tema del trabajo, y la bebé, no han podido disfrutar mucho de la compañía de la otra.

Una brillante luz iluminó todo el recinto, se tuvo que poner la mano para que no le molestara en los ojos. Cuando desvaneció se encontraba en otra parte, era un descampado que tenía dos porterías de fútbol sala. Marta lo reconoció al instante, allí es donde iba a jugar al fútbol con sus hermanos cuando sus padres no les prestaban atención. Pero volvía a estar vacío, no de escuchaba nada, solo estaba ese paisaje. La voz de los niños se comenzaba a escuchar bajito y cada vez subía el volumen. Se dió media vuelta y ahí se vió, ella con unos 8 años con la pelota, más grande que su cabeza, en las manos y sus hermanos detrás de ella. Dejó la pelota en el suelo y comenzó a chutarlo mientras corría hacia el balón. En esos momentos era feliz, solo cuando estaba jugando al fútbol.

De los tres ella es la que más destacaba con el balón, fácilmente regateaba sus hermanos más altos y fuertes, y luego metía buenos goles. Luego vió como un hombre estaba viéndola jugar con una sonrisa, es el ojeador del Valencia, fue el quien la llevó al equipo de su tierra, ¿cómo no se había fijado antes?

Marta: Vamos tete (hermano)- dice la jugadora pequeña mientras le pasaba el balón.

Cuando entró al Valencia esta escena no se volvió a repetir, parece ser que sus hermanos le tenían envidia de que ella pudiera triunfar y ellos se debían de quedar en casa haciendo la tarea del colegio, no les parecía justo. Pero eso a la jugadora no le importaba mucho, ella quería cumplir su sueño y solo había comenzado. Si tan solo supiera que en 10 años ganaría un mundial, ni ella se lo creería.