That woman [Leonor x Girl]

Vuelta a la selección

Seguían haciendo las tareas como se habían organizado, la princesa por las mañanas y la jugadora por las tardes. Se debían de acoplar al horario de entrenamientos y partidos. Leonor ya no los podía ver en persona, tenia que ver cómo su mujer jugaba al fútbol por la televisión, a veces lo veía con Carlota, incluso cuando metían gol se reía como si lo estuviera celebrando, su hija se volvió su fan número uno.

Con el Madrid iba haciendo un buen equipo, la mayoría de partidos los ganaban por goleada y Marta participaba en esos goles, pero asistente o como goleadora, los aficionados estaban muy felices de tener a esa gran jugadora en su equipo. Tenían una gran conexión, incluso aficionados rivales disfrutaban de su forma de juego. Se detuvieron los partidos por los parones de selección, la jugadora ha sido convocada, por Montse Tomé, para jugar la semifinal de la Euro Natios League, la cual se disputará en Cádiz, España. Juegan en casa y no pueden defraudar, había hablado con la princesa para que vaya a verlas, pero con Carlota con solo dos meses de vida es muy pequeña, a Marta le tocó entenderlo y fingir que no se desilusionó. Lo que le anima es que se encontraría con Enith, después de ese partido, la echaba mucho de menos. Además, le dará una gran noticia pero en forma de sorpresa.

Marta: No te molesta, ¿verdad?- Le pregunta por décima vez en un minuto a Leonor.

Leonor: Ya te dije que no, entiendo vuestro vínculo- sonríe- ¿se lo dirás tú?- Marta asiente.

Marta: Ya tengo más o menos una idea de como podría ser- sonríe nerviosa.

Leonor: ¿Te has preparado la maleta?- Marta niega- pues venga, que te vas mañana- rueda los ojos divertida- me quedaré yo con la niña hasta que acabes- Marta asiente y se pone a preparar la maleta.

Mientras tanto Leonor la observaba mientras le daba de comer a Carlota, que su mujer sea muy desorganizada, estando en una familia súper organizada, hace que la ame más y eso que no encaja en los ideales de la familia pero eso a ella no le importa, es feliz con Marta y eso es lo que le importa. Sus imperfecciones para ella son como para un músico la música, es algo que le fascina, y cuando las muestra solo puede amarla más que antes, nunca se cansará de amarla más cada día de su vida. Se siente la mujer más feliz del mundo, está con el amor de su vida y han tenido a una preciosa hija, está muy agradecida con la vida por hacer que Marta y ella se conozcan en ese partido de fútbol.

Marta se estaba peleando con la ropa, no sabía que llevarse, se debía de llevar una mochila solo para la ropa de entrenamiento y la equipación. Para la jugadora lo de preparar la maleta es como una lucha entre la ropa y ella, entre sus cambios repentinos de outfit y que luego debe de caber todo, incluido la bolsa de aseo, le cuesta y mucho, y aun más si tiene la presión de que el día siguiente se iba. A Leonor todo esto le hace gracia, le encanta como su mujer se estresa por una simple cosa. A veces la jugadora se giraba para ver a su esposa, y esta para meterse con ella imitaba sus poses de estrés de manera graciosa.

Marta: No sabía que me casé con doña comedia- dice irónicamente.

Leonor: Amor- Marta la ve- que te vas a Cadiz, no al polo sur- señala la ropa de invierno y de nieve- allí hará frío pero la ropa de nieve sobra, además, volveréis aquí el día siguiente, llévate solo dos parejas de ropa y una sudadera.

Marta: Ahora que lo dices tienes razón, me he liado con pensar en que llevarme que no me paré a buscar la temperatura que hará- Leonor rueda los ojos divertida.

Leonor: Eres muy despistada- se ríe un poco.

Marta iba a decir algo pero se calla, decide centrarse en la maleta antes que las burlas hacia ella de parte de su mujer. 20 minutos después, terminó de hacer la maleta, lo que le faltaba es el neceser pero eso hasta el último momento no se puede meter. Al final le hizo caso a Leonor y metió dos pares de ropa, una sudadera y las zapatillas, también se había preparado la mochila para la selección, donde si no le cabe algo lo meterá ahí porque le sobra espacio. Se quedó con Carlota mientras que la princesa se estaba duchando, como buena madre futbolista le enseñó a su hija de 2 meses los goles que habia metido, esta cada vez que le enseñaba un gol se reía o simplemente sonreía, como un simple apoyo pero la jugadora lo tomó por más que eso, le pareció que su primogénita la estaba apoyando, aunque no sea consciente de lo que pasaba y hacía, para ella es un apoyo, uno muy grande.