Leonor debía de regresar a la Academia Militar de Zaragoza mañana por la mañana, aunque se haya quejado a su padre varias veces nada le hacía cambiar de opinión con la excusa de que es por su bien. No le hace mucha gracia ir, prefiere quedarse con Carlota, aún depende de ella como para alejarla de su madre. Felipe no cambiaba de opinión, aunque su mujer lo intentase siempre decía la misma excusa, era incapaz de ser comprensivo.
Marta últimamente estaba rara, a parte de que le parecía sospechoso lo de ese tal Vladimir, lo que le pasó en la cocina no paraba comerle la cabeza. Ella pensaba que para ambas había sido solo una noche de roce, pero estaba equivocada, Maria se había enamorado de ella o por lo menos sentía algo por ella. No quiere meterse en problemas y arruinar su feliz matrimonio, tampoco quiere decepcionarla, aún menos a su hija. Y ahora que tiene que no podrá estar con la princesa, porque se va a Zaragoza, tiene miedo de volver a caer en la tentación.
Marta: Tengo miedo, ¿y si le vuelvo a traicionar?- dice asustada.
Carlota: -hace ruido con el lápiz pegándole a la libreta-
Marta: Necesito tu ayuda- la detiene- por eso eres mi bebé psicóloga- Carlota hace una pedorreta con la lengua y se ríe- debí de irme por los privados- suspira.
Carlota estaba apoyada en cojines en frente de la jugadora, su madre le había dado un lápiz y una libreta para que por lo menos se hiciera pasar por una psicóloga y así contarle sus problemas aunque no la entienda, es bastante importante. Leonor entró al cuarto y lo primero que vió fue a su hija disfrazada de psicóloga, confusa miró a su mujer la cual sólo se acercó a ella y le dió un pequeño beso.
Marta: Los psicólogos privados son muy caros- se va al baño.
Leonor se acercó a su hija y le dió un besito en la cabeza mientras le quitaba el lápiz y la libreta.
Leonor: Aún eres pequeña para estas cosas- la carga- cuando seas adolescente y adulta nos entenderás- sonríe y la mece- te voy a echar muchísimo de menos- le susurra y le da un beso en la cabeza.
Marta salía del baño cuando vió esa hermosa escena entre madre e hija, le sabía mal que fuera la última que vería hasta que sean fiestas o que Leonor tenga que venir por un acto. No sabe si ella podrá ser lo suficientemente buena para Carlota, ser madre es de mucha responsabilidad y encima ella es jugadora, que se le añade más, eso significa que está ocupada mucho tiempo. Se acercó a las chicas y abrazó por detrás a Leonor mientras, por encima del hombro, miraba a su pequeña hija cerrando los ojos por el sueño. Acompañó a Leonor a dejarla en la cuna, cuando lo hizo subió la mirada a su mujer la cual se estaba tapando la boca y conteniendose las lágrima. Marta la abrazó y la princesa lloró en silencio en su cuello, le dolía alejarse durante mucho tiempo de su hija, si es que son tres meses de vida, aún es débil y necesita a su madre.
Marta: Tranquila, el día después de los partidos, que los tengo libres, iremos a visitarte- le susurra mientras le acaricia el pelo.
Leonor: Os voy a echar tanto de menos...- con la voz quebrada.
Marta: Y nosotras a ti- le sigue acariciando el pelo.
Leonor se pasó la mayor parte de la noche llorando en silencio, cómo su padre pudo haber hecho algo así, si Carlota tuviera unos 10 meses lo aceptaría un poco, pero es que solo tiene 3, ni siquiera ha empezado a gatear, se lo va a perder. Marta tampoco pegó ojo, la estuvo consolando, o por lo menos intentándolo, hasta que al final ella cayó rendida de tanto llorar, ahí es cuando ella aprovechó para irse a dormir, aunque solo durmiera dos horas. Tenía pensado hablar con el club para ver si le pueden dejarle el día libre después del partido, así lo aprovecharía para cuidar de Carlota. Ya le había pedido muchos favores, y menos mal que en su contrato ponía que si necesitaba algún día libre por motivos reales estos le dejarían. Entonces esos días los aprovecharía con el primer día después del partido, así va a Zaragoza a ver a Leonor.
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That woman [Leonor x Girl]
RomanceLa selección española de fútbol femenino celebra su victoria en el mundial, muchos representantes de ambos países, que jugaban, se encontraban en el palco, una de ellas es la princesa de Asturias, Leonor, que no le quitaba ojo a una jugadora.