Algo más

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Tan solo faltaban tres semanas para el estreno de la nueva película en el gran salón. Desde hace cuatro semanas nadie paraba de estar llamando a casi todo el país para que asistieran al estreno.

Lisa estaba harta.

Lo lamento señor, pero no le puedo ofrecer eso — Lisa tapó su rostro con frustración —¡Porque no vendemos artículos de ejercicio!

El señor colgó.

¿Qué sucede? — preguntó Jennie.
El señor creía que era un show de rifas — Jennie empezó a dar carcajadas.
Ten, te traje tu comida.
¿Por qué?
No has parado desde la mañana y fuiste la primera en llegar, seguro que no desayunaste.
Gracias, Jen.

Rosé llamó al teléfono de Lisa.

Hola, cariño. Lamento no haberte llamado anoche, estaba muy cansada ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?
¡Vendí mi guión! — respondió Rosé emocionada.
¿De verdad? ¡Felicidades, amor! Estoy muy orgullosa de ti, sabía que lo lograrías — Lisa sonrió con ternura.
Estás sonriendo ¿Cierto?
No, claro no.
Te conozco tanto, Lis.
Lo sé — Lisa suspiró enamorada.
¿Por qué hay tanto ruido?
Será el estreno de una de las películas y todo mundo está estresado.
Entonces no te molesto más, te amo, adiós.
Yo también, adiós.

Jennie seguía sentada en el escritorio de Lisa.

Estás tan enamorada — Jennie sonrió orgullosa —Me gustaría que mi novio sonriera así conmigo.
¿No lo hace?
Claro que no.
Pero... — una llamada interrumpió Label's Productions ¿En qué puedo servirle?
Soy yo, hija — respondió una señora de la tercera edad.
—¿Señora McAlister? — Lisa sonrió al reconocer la voz al igual que Jennie —¿En qué le puedo ayudar? ¿Asistirá?
Véndeme una mesa completa.
Señora McAlister eso está en diez mil dólares — Lisa estaba sorprendida.
Lo sé querida, pero quiero llevar a mis amigos.
Está bien, señora McAlister.

Lisa comenzó hacer las transacciones a la productora, y finalmente quedó listo.

Muy bien, señora McAlister. Su mesa quedó apartada por diez mil dólares.

Todo el personal de la oficina escuchó a Lisa y quedaron sorprendidos.

Muy bien, sí, hasta luego — Lisa colgó.
Felicidades, señorita Manobal — era su jefe.
Gracias, señor — Lisa sonrió.
A mi oficina, por favor — él se retiró.

Jennie miró a Lisa con orgullo mientras daba un sorbo a su café.

Muy bien hecho, Lisa — ella sonrió.

Lisa se dirigió a la oficina de su jefe.

Adelante — respondió él —Toma asiento. Verás, en tres semanas será nuestro estreno y afortunadamente muchas personas vendrán. Hemos recolectado el dinero suficiente para mantener la productora abierta, y te lo agradezco. Más sin embargo, necesito que hagas una cosa más para darte tu puesto.
Dígame.
Serás la anfitriona de nuestra ceremonia para el estreno, serás la encargada de dirigir a todos junto con Tzuyu. Si logras mantener todo el control hasta el final de la noche, tu puesto está asegurado.

Lisa estaba confundida, no sabía si podría hacerlo. Miró hacia las oficinas y Jennie la estaba observando, con los pulgares arriba dando ánimos. Lisa sonrió y suspiró.

Lo haré.
Muy bien, trato hecho.

Lisa estrechó su mano con su jefe.

Puedes tomar un receso de tres horas.
¿Qué? Pero...
Por tu esfuerzo, ahora ve.

Lisa salió de la oficina, tomó la bolsa con la comida que Jennie le había comprado, tomó a Jennie de la mano y salieron de la productora.

¿Qué estás haciendo? Debo regresar a trabajar — dijo Jennie.
No se dará cuenta.
~

—Eres una infiel — dijo Summer.
—¿Por qué?
—¡Estabas con Rosé!
—¡A mí no me gustaba Jennie!
—¿Ah, no? — Summer estaba sorprendida.

Lisa tomó de la mano a Summer y fueron a casa.

—Ahora date un baño — dijo Lisa.

Summer entró a la ducha y Lisa se sentó en su sofá. Solo pensó en lo que su hija había dicho.

¿Qué tal si realmente Jennie estaba enamorada de Lisa y ella ni siquiera se había dado cuenta hasta el momento?

Lisa pensó que era imposible.

Se levantó y preparó la pequeña casa de acampar que Summer tenía en su habitación. Metió cojines y muchas cosas más para seguir con la intrigante historia.

—Hasta el momento sigo sin saber quién es mamá. Ninguna de ellas dos ha hecho algo con lo que pueda identificar a mamá, es realmente estresante.
—Summer, aún falta más de la historia, mucho más.
—Parece que todo va perfecto con Rosé.
—Eso parece.

Lisa y su hija entraron a la pequeña casa de acampar.

—Summer, tengo una pregunta para ti — Lisa tenía una mirada triste.
—Lamento que mamá y yo nos separemos, pero quiero que sepas que nunca te dejaremos sola ¿De acuerdo? Sabes que ambas te amamos con todo el corazón — Lisa dió una caricia al rostro de Summer.

Summer asintió dejando caer una lágrima de su rostro. Lisa pegó el cuerpo de su hija al suyo y la abrazó.

—Yo quiero que seas feliz, mami.
—Lo soy — Lisa sostenía un gran nudo en la garganta —Te tengo a ti.
—Pero yo quiero seguir viéndote.
—Y lo haremos como siempre, mamá nunca haría eso.
—Siento que te dejaré sola — Summer comenzó a llorar.
—Tú no tienes porqué atormentarte con esto Summer, esto es entre tú madre y yo. No me dejarás sola, nos vamos a ver todo el tiempo. Nunca me olvidaré de ti.
—¿Puedo quedarme contigo estas vacaciones?
—Totalmente...

En ese instante, Lisa tuvo un gran recuerdo de esa palabra saliendo de una persona muy especial. Tan intensa, tan hermosa.

—¿Estás bien? — preguntó Summer.
—Sí. Creo que debes dormir, ya es tarde.
—Pero mañana es sábado, debes seguir con la historia.
—De acuerdo, de acuerdo.

Lisa soltó a su hija y se quedaron mirando unos instantes. Lisa vió los rasgos de su hija, increíblemente parecidos a los de su madre.

Totalmente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora