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Capítulo 26 "Sabías palabras"

No lo negaría,  estaba asustado, no sabía donde estaba, ni siquera  sabía si seguía en el país. De cualquier modo no importaba si aún estaba o no, lo importante en ese  momento era volver... hayar una forma de volver  con su alpha o eso creyó hasta escuchar el sollozo de su pequeño hijo.

Se levantó poco  a poco de donde supuso era un colchón,  tallo sus ojos para eliminar las pequeñas lagañas, para luego sentir como una manita lo buscaba.

– cariño~ has despertado ~ – sonrió levemente mirándolo desde la puerta.

Tomo al bebé entre sus brazos y lo apretó contra su pecho, alejándose hacia atrás chocando con la fria pared. No despegó  la mirada del cuerpo del contrario esperando cualquier reacción listo para defender con uñas y dientes a su hijo.

– hey~ NamJoon cariño, tranquilo~ – hablo mientras se acercaba.

Jungkook era consiente de lo intranquilo y reacio que podía estar su lindo omega, después de todo le había inyectado un calmante mientras se lo llevaba en su hombro. Su prioridad ahora era calmarlo y que no lo atacara.

– no les haré daño ni a ti ni a nuestro hijo – se detuvo al escuchar un gruñido por parte NamJoon.

Entonces lo pudo notar con mayor claridad, aquel resplandeciente  color en los ojos del morocho era porque su instinto  había tomado el  control de su cuerpo y mente en defensa.

– ésto es interesante – sonrió con mayor detalle.

Incluso en estos tiempos ver algo así era poco probable, debido a que mayormente el humano tenia el control de la bestia. Debido al  consumo de supresores... o al menos eso recuerda de sus platicas con uno de sus parientes, cuando era un crío.

– tranquilo cariño – dejó que su alpha tomara el control – tranquilo omega~ – dijo en un susurro pero que claramente  se escucho por toda la habitación.

El omega pareció dudar de su actuar por un momento, pensando en bajar la guardia. Sin embargo escuchar  la voz del alpha que  había amado, en quien  confío y después traicionó la promesa  de respetarse y amarse toda la vida,  no le aseguraba  nada. Si más de una vez le mintió  y traicionó,  que le aseguraba que no le haría daño.

Tal vez en otro momento le hubiera hecho caso. Pero desconocía que seria capaz de hacerle si no obedecía. O peor aún,  a su cría.

Con la mayor calma posible se sentó  sobre el piso, aflojo el agarre que tenia sobre su hijo y dejó que el humano tomara el control.

– ¡bien hecho Joonie! – sonrió  con los ojos cerrados  mientras avanzaba hacia él.

– ¿por qué,  Jungkook? – preguntó con duda.

Jeon lo miro antes de hablar, solto un suspiró  y detuvo  sus pasos justo frente a él y a su hijo.

– porqué  te amo NamJoon – sonrió inocentemente – a ti y a nuestro hijo – miro al pequeño bulto en los brazos del contrario.