Veintiocho

100 6 1
                                        

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TOM

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


TOM

Ya podía respirar tranquilo.

Todo había salido tal cual lo planeado y esperado.

Pasé todo el puto concierto con mi corazón en mi garganta. Esperando que Hanna haga lo que habíamos acordado, esperando que el de los efectos especiales mueva el panorama justo a tiempo, me iba a dar una taquicardia.

Pero para mí buena suerte y gracias al esfuerzo, no podía quejarme del resultado.

Y más por el beso que Sophia me plantó al abalanzarse contra mí cuando finalicé mi pequeño acto.

Sentía que iba a estallar de la felicidad. Después de todo lo que buscaba era demostrarle lo que sentía, si no me creía con palabras, con actos efectivamente lo haría.

-¡Tú cuando mierda piensas hacer algo así de lindo para mí!-el momento bonito fué cortado por la voz exclamativa de Hanna.

-¡Pero yo no necesito recuperar nada a diferencia de él!-me señaló el acusado y le dí una sonrisa hilarante achicando mis ojos.

-¡Y eso qué tiene que ver, el amor debe conservarse en una relación, Georg Moritz Hagen Listing!-objetó furiosa para darse media vuelta y alejarse.

-Uy hermano, ha dicho tu nombre completo. Es mejor que la sigas-dijo con una sonrisa y un tono de burla Gustav.

-Nah, cuando le compre una margarita en la discoteca a la que vayamos, se le pasará-le restó importancia cruzándose de brazos.

Se creó un silencio en el que al parecer todos se percataron de Sophia y yo aún uno contra el otro por lo que surgieron muchas supuestas cosas que hacer para empezar a dispersarse.

La pelinegra cruzó miradas conmigo para después dirigir su vista hacia abajo y arrugar su ceño.

-¡Bueno, ya mucho cariño, no te emociones!-se apartó completamente ruborizada.

Proceso A Sanar © | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora