Rodrigo
-¿Puedo pasar la noche aquí?.- Fue lo primero que me dijo Iván apenas abrí la puerta de mi departamento.
-¿Q-qué?
-Escucha, te lo resumiré.- Dijo sin ánimos de hablar.- Debía cinco meses de alquiler y el dueño de mi departamento me echó a la calle, no tengo donde dormir.
Okay, esto sin duda era un regalo del cielo.
Me tomó unos segundos procesar si aquello no era un sueño. Era medía noche y existía la posibilidad de que me hubiera quedado dormido con una patata frita en la boca.
Tal vez tenía uno de esos locos sueños húmedos.
Pero Iván se veía demasiado real, en especial sus hermosos pechos que se notaban a través de su camiseta.
Como dos montañas que moría por chupar.
-Ey, ¿qué carajo miras?.- Iván me empujó y sólo así reaccioné.
-L-lo siento, ¿q-qué? ¿cómo sabías dónde encontrarme?
-No fue difícil, parece que eres muy popular en el campus.- Puso sus ojos en blanco.
-Pues sí, muchas personas me desean.- Me encogí de hombros como si fuera algo obvio.
Sólo tenían que mirar un segundo mi rostro y cuenta bancaria para caer de rodillas ante mí.
-Lo cual no entiendo, desde mi punto de vista eres sólo un egocéntrico fanfarrón.
Iván se abrazó a sí mismo en un intento de darse calor. La calefacción del interior de mi departamento se mezclaba con el viento que había afuera.
-¿Tienes frío?.- Lo inspeccioné.- Tus pezones se están poniendo duros.
-¡Deja de mirar allí!.- Me regañó y enseguida volteé la mirada.- ¡Y claro que tengo frío! Desde hace dos horas he estado pensando en alguien que pueda hospedarme y tú, pervertido y todo, eres mi mejor opción.
-Me halagas.- Llevé una mano a mi pecho.
-No te mereces que te trate bien, si mis amigos tuvieran espacio en su minúscula habitación no estaría aquí.
-Gracias por tu consideración.- Sonreí.
Sin más lo dejé pasar y lo ayudé con su maleta.
¿Cómo podía guardar todo lo que necesitaba en esa pequeña cosa? Ni la cuarta parte de mi clóset cabía allí dentro.
No había reparado en gastos cuando los diseñadores decoraron mi departamento a mi gusto y eso se evidenciaba.
-Bonito.- Iván asintió, sus ojos enfocados en la pantalla de cincuenta pulgadas y en el juego de sofás color gris.
Mientras él observaba la amplitud de mi departamento, yo me dediqué a observarlo a él.
Iván llevaba puesto un pijama, su cabello negro lucía algo despeinado, pero eso sin duda le daba un aspecto más rebelde. Habían muchos aspectos que me encantaban de él como podrían ser su piel clara y tersa, o tal vez sus labios color cereza.
Era tan guapo que conseguía calentar mi pecho y otras zonas..
-¿Y qué me darás a cambio de dejarte pasar la noche aquí?
-Mi odio.- Respondió seco.
-Oh, vamos, hay muchas cosas que puedes ofrecerme.- Me acerqué a Iván de manera cautelosa y en ningún momento borré mi sonrisa.
Iván me detuvo en seco con una mano en mi pecho.
-Creéme, con lo mucho que me has molestado estos días, tú eres quien me debe a mí.
Iván me volvió a empujar y yo soporté las ganas de hacer un berrinche.
-Tengo hambre, ¿qué hay de cenar?.- Iván fue en dirección de la cocina y reviso el refrigerador.
Al ver a Iván comenzar a cocinar sólo pensaba en que aunque no me diera la posibilidad de tocar sus pechos esta noche, tal vez sí la había de compartir la misma cama.
Eso sería un logro.
-Sabes, ahora que lo pienso no me molestará dormir contigo esta noche.- Mordí mi labio coqueto y me apoyé en la mesa en la que estaba cocinando.
-Ni lo pienses, no dormiremos en la cama.- Me señaló con una cuchara.- Dormiré en el sofá.
Que aburrido.
-Ese sofa es muy incómodo para dormir aunque...no para hacer otras cosas.- Sugerí alzando mis cejas.
-Pues si es tan incómodo no creo que la visita deba ocuparlo.- Iván sonrió.- Y si a ti te gusta, podemos intercambiar.
Esperen, ¿que acababa de decir?
Después de cenar, Iván acaparó mi habitación y yo me quedé en la soledad de mi sala. La incomodidad del sofá me hacía extrañar la suavidad de mi cama.
Vaya, jámas hubiera pensado que mi obsesión por los pechos de iván me llevaría a esto, pero extrañamente no me quejaba.
Sólo tenía que encontrar una alternativa, una estrategia para que iván cediera a mí.
Maratón 1/4.
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Boobs || rodrivan
Random-¿Iván, puedo tocar tus pechos? -¡Rodrigo, te he dicho que no soy una mujer! Dónde Rodrigo tiene una gran obsesión con los "pechos" de Iván. ☆ adaptación autorizada por @hollye2018 de @-popstarr | contenido +18. ☆ rodrigo top | iván bottom.