IvánJamás había dormido tan bien.
La cama de Rodrigo era la gloria sin dudas, sentía que dormía sobre algodón. Pero a pesar de eso, había empezado a cuestionarme que hacía aquí, compartiendo el mismo lugar que el chico cuyo único deseo era manosearme.
Y mi justificación era el elegir entre la cama enorme de Rodrigo o un banco del parque.
¡Ding, ding, teníamos un ganador!
La comida tampoco estaba mal, pero la mayoría era comprada, y con tan sólo tocar un botón en el microondas ya estaba hecha.
Como la cocina y la sala eran habitaciones divididas únicamente por una desayunadora y no había ninguna pared de por medio, pude observar el momento en que Rodrigo se levantó del sofá.
Él dió unos pasos mientras gemía adolorido y sobaba su espalda. Tuve que reprimir una risa al ver su estado.
Los ojos de Rodrigo se encontraron con los míos y bajaron hasta mis piernas. De forma instintiva, sonrió.
-Bonitos shorts.- Me elogió.
Miré también la prenda que cubría apenas la mitad de mis muslos. El calor de anoche me obligó a quitarme mis prendas inferiores y quedarme en ropa interior. Agradecía que mi camiseta fuera tres veces más grande que mi tamaño.
-¿Podrías darme un billete por cada vez que me follas con la mirada?.- Ataqué.
-Quedaría en la ruina.- Rodrigo bromeó tomando asiento en uno de los taburetes.
-Como sea, ¿sólo tienes comida para microondas?.- Señalé los empaques con desprecio.- ¿Acaso eres tan holgazán como para hacerte un
sándwich?-No lo sé, mi mamá se preocupa demasiado y manda a alguien que hace mis compras semanales.- Rodrigo le restó importancia.
Para ese entonces no lo había notado, pero el cabello castaño de Rodrigo se veía despeinado y sus ojos, aún medio cerrados, lo hacían parecer tierno.
¿Cómo puede lucir tan bien recién despierto? Hasta parece preparado para hacer un comercial de sábanas.
-Pues todo esto es pura chatarra, cocinaré algo sano para ambos.- Determiné y saqué algunos ingredientes de la alacena, pero claro no había mucho.
Irresponsable, Irresponsable.
Apuesto a que ni siquiera lava su ropa interior sin tener a alguien que le supervise.
-Vamos, no te quedes quieto.- Lo regañé.
Dejé sobre la mesa un poco de harina y unos huevos que encontré por ahí.
-Ya pareces mi mamá.
-Uy, si, luego te amamantaré.
Rodrigo abrió sus ojos.
-¿En serio?
-¿Qué? ¡No!
-Te dije que te daré dinero a cambio.
-Y yo te dije que no quiero tu boca en mis pezones.- Gruñí.- ¡No soy una puta chica!
-No tienes que serlo para disfrutarlo.
-Deja de hablar estúpideces y ayúdame a ponerme esto.- Le extendí un mandil.- , y no me mires el culo.
Rodrigo se levantó y se posicionó detrás de mí, con delicadeza ató la prenda de manera correcta a mi cintura.
-Tranquilo, para eso debería encontrarlo.- Murmuró prentendiendo que no lo oyera, pero como lo hice le dí un manotazo en el hombro.
-¡Au! ¡Eres el húesped más violento que he tenido!.- Se quejó.
-Para tu información si tengo trasero y es grandioso.
-Bueno, supongo que depende de que ángulo lo mires.- Dijo sugerente.
-Lástima, no podemos decir lo mismo de otras cosas.- Le dirigí una corta mirada a su entrepierna.
Laa mejillas de Rodrigo se ruborizaron por humillación.
-Lo siento, me encanta tu trasero, pero tu pequeña cintura me enloquece.- Rodrigo pellizcó mi costado.
Salté en mi lugar por la impresión y lo aparté. Él sólo reía y yo lo maldecía una y otra vez.
Mientras preparábamos el desayuno veía a Rodrigo cortar la fruta, las venas de sus brazos se marcaban al sostener la cuchilla con fuerza.
La luz del sol reflejaba a la perfección las facciones de su rostro e iluminaban su tono de piel.
¿Por qué alguien con semejante belleza similar a un Dios griego se obsesionaría con alguien como yo? Digo, podría tener tantos pretendientes haciendo fila por tan sólo un beso suyo.
Misterios de la vida.
-Si quieres toma una foto.- Rodrigo hizo como si posara.- , tal vez la quieras usar mientras te das amor.
En serio, no podía con este tipo.
-Me masturbaría pensando en los ositos cariñositos antes que en ti.- Refunfuñé y volví a los waffles.
Pensaba en los entrenamientos, en los éxamenes que se avecinaban, en las maquetas y en el dinero que me hacía falta para llevarlas a cabo.
Carajo, no tenía tiempo de pensar en donde dormiría los próximos días.
Tal vez...tal vez podría quedarme un tiempo más con Rodrigo, pero lamentablemente debía darle algo a cambio.
Y sabía que lo único que podría satisfacerlo era mi cuerpo.
Maratón 2/4
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Boobs || rodrivan
Random-¿Iván, puedo tocar tus pechos? -¡Rodrigo, te he dicho que no soy una mujer! Dónde Rodrigo tiene una gran obsesión con los "pechos" de Iván. ☆ adaptación autorizada por @hollye2018 de @-popstarr | contenido +18. ☆ rodrigo top | iván bottom.