Boobs || rodrivan

[💌] 30

Iván

No podía dejar de pensar en Rodrigo y Pedrito.

¿Qué estarían haciendo? ¿Sólo miraban películas o hacían otras cosas?

Demonios, ¿en serio Rodrigo se acostaría con mi mejor amigo? ¿Después de todo lo que hemos vivido?

Carajo, era imposible que me concentrara en otra cosa que no sea la imagen de esos dos juntos. Y todo eso causaba que mi miembro se rehusara a levantarse.

Los besos de la mujer que recorrían mi cuello no causaban nada en mí y al sentir su calidez, mi mente volvía al cuerpo de Rodrigo.

Como se sentía su cuerpo contra el mío, la manera tan posesiva en la que me tomaba y sus gemidos que me llevaban a la locura.

Y al bajar mi mirada, únicamente veía a Rodrigo besando mis pechos y reclamándome como suyo.

-L-lo siento, Mica.- Me separé de la hermosa chica y la miré a los ojos.-
No puedo hacer esto.

-¿D-de qué hablas?

-Es que no puedo dejar de pensar en una persona y no es justo que te haga esto.

-¿Estás enamorado?.- Ella me brindó una pequeña sonrisa.

-N-no estoy seguro, pero no quiero dejarlo ir.

Micaela asintió comprensiva y me acompañó a la puerta de su casa. La despedí con la mano y al perderla de vista, salí corriendo al departamento de Rodrigo.

¿Estaría tocando a Pedrito? ¡Sus pechos no eran tan lindos como los míos!

Abrí la puerta del departamento con la llave que me había obsequiado Rodrigo y me esperé lo peor, sin embargo, grande fue mi sorpresa al encontrarme con algo completamente diferente a lo que me imaginaba.

Rodrigo, Pedrito y Tomás se encontraban sentados mirando una película, comiendo palomitas y conversando entre risas. Debía destacar que sentí un alivio al comprobar que Rodrigo y Pedrito estaban a una distancia prudente.

-¿Iván? ¿No tenías una cita?.- Pedrito frunció el ceño y llevó una de sus palomitas a la boca de Tomás, el cual le sonrió.

¿Qué estaba pasando aquí? ¿Era una orgía? ¿Los gays hacían eso? ¿O yo tenía la mente muy sucia?

-Um, le dió varicela.- Dije apenado y empujé a Pedrito para sentarme junto a Rodrigo.

Tomás no me caía bien, pero jamás había sentido tanta gratitud de que estuviera aquí.

-¿Qué estamos viendo?.- Pregunté con tono emocionado.

-Call Me by Your Name.- Respondió Rodrigo.

-Genial.

No entendía ni mierda de Inglés, pero me sonaba a película de peleas.

El filme siguió reproduciéndose y entrecerré mis ojos al reconocer por donde iba la trama.

-Creo que es algo gay.- Susurré para no interrumpir a los chicos que estaban demasiado concentrados.

Rodrigo reprimió una risa y bebió de su bedida, mis ojos no se perdieron de ningún movimiento de sus sensuales labios y de su garganta tragándolo todo.

-¿Se te perdió algo en mi vaso?.- Inquirió fastidiado.

-No, nada en absoluto.

Observé a Tomás disimuladamente rodeando a Pedrito con su brazo, lo que me dió una idea. Fingí bostezar y estiré mi brazo rodeando la cintura de Rodrigo, pero él estaba tan concentrado en la actuación del muchacho castaño de la película que ni me notaba.

De pronto me sentí irritado con el bello actor porque tenía la atención de mi chico.

Mi mirada se desvió al rostro simétrico de Rodrigo, algunos cabellos despeinados caían sobre su frente dándole un aspecto rebelde que me encantaba, y también me fijé en el escote de su camisa.

Rodrigo no era sólo rostro, también tenía un muy buen cuerpo que aumentaba mis deseos de mandar a la mierda la película y abalanzarme sobre él.

Carajo, ¿por qué una chica súper atractiva no conseguía calentarme como quería cuando Rodrigo lo lograba sin hacer el mínimo gesto?

-Esta es mi parte favorita.- Rodrigo sonrió.

Enfoqué mi atención en la película y como lo suponía, los protagonistas masculinos se besaban con pasión. Aquella escena me gustó tanto que sentí un pinchazo en mi entrepierna.

Mierda, ¿qué?

Angustiado, me levanté del sofá.

-¡Cierto, ya pasó mi hora de dormir!.- Anuncié antes de irme a la habitación.

Sin embargo, Rodrigo me siguió rápidamente y me tomó del brazo.

-¿Qué mierda te ocurre a ti?

-¿A mí?.- Me hice el desentendido.- No me sucede nada.

-¡Actúas como un loco!

-¿Qué? ¿Sólo porque no quiero que te cojas a mi mejor amigo?.- Me crucé de brazos manteniendo mi postura firme.

-¿Y quién te ha dicho que yo quiero eso?

-¿Qué otra razón tienes para invitarlo aquí?.- Señalé el piso.

Rodrigo me volvió a tomar del brazo y me guió al pasillo donde presencié a Tomás besando a Pedrito.

¿Qué, qué, qué?

-Por eso lo invité a ver películas con nosotros, quería ayudar a Tomás a conquistarlo.- Explicó.

-Oh.- Fue lo único que logré formular y me rasqué la cabeza.

-No todos los gays somos iguales Iván, pero si piensas así creo que lo mejor es que dejemos de ser amigos.- Su voz decepcionada rompió mi corazón en mil pedazos.

¿Qué? ¡No podía estar hablando en serio!

-Rodrigo, no digas eso.- Le pedí con voz temblorosa.

De repente sentí unas intensas ganas de llorar.

-Mamá te conseguira una beca esta semana y espero que disfrutes de estar con personas que te agraden.- Rodrigo relamió sus labios y pude percibir sus ojos al borde del llanto.

Sin más, se encerró en su habitación y yo apoyé mi cabeza contra la madera.

-Rodri, yo si te quiero.- Susurré.- Te quiero como no tienes idea y me asusta.

Deseaba ser tan valiente como Rodrigo porque de nada me servía querer a alguien, si no tenía el suficiente valor para demostrárselo.