[💌] 19

1.7K 175 112
                                    

Rodrigo

-Entonces esto es una tijera para cortar carne.- Tomé el instrumento de cocina con una mano.

-Bien.- Iván asintió y tomó otro elemento de los que se encontraban dispersos en el mesón de la cocina.

-Eso es una cuchilla.- Señalé.

-Más específico.

-¡Para untar mantequilla!.- Terminé con una sonrisa orgulloso de mi mismo.

Iván no me dejó cantar victoria cuando colocó ambas palmas sobre la madera.

-Etapa final.- Él determinó con sus ojos desafiantes y colocó tres objetos.

-Muy fácil.- Formé una enorme sonrisa.- Un abrebotellas, una rebanadora y un triturador de ajo.

Iván me felicitó y aplaudió sonriente, sólo nos había tomado dos horas y media para que lograra reconocer todos los elementos necesarios de mi cocina.

-Genial, ahora sólo debes aprender a utilizarlos.- Se burló.

-Lo lograré, tengo al mejor maestro.

Iván se sonrojó y me extendió una cacerola.

-Tu verdadero desafío será cocinar mi platillo favorito.

-¿Qué es?.- Pregunté sumamente interesado.- ¿Gimbap? ¿Tiras de cerdo? ¿Sopa de fideos?

-Arroz con mayonesa.

Dejé que un bufido escapara de mi boca.

-Tienes el paladar de un niño.

-Dice el chico al que no le gusta ni el café ni la cerveza.- Él negó con la cabeza riendo.

Lo fulminé con la mirada y en ese momento el sonido del celular de Iván vibrar nos interrumpió. En la pantalla resplandecía el nombre de una chica, pero él no le prestó mucho atención y se dedicó a ayudarme con la cena.

-¿No vas a contestar?.- Le pregunté después de que el teléfono continuara vibrando unos segundos más.

-Luego.- Se encogió de hombros y conectó su dulce mirada con la mía.- Estoy contigo ahora.

Bajé mi cabeza ocultando la pequeña sonrisa que se había asomado en mi rostro.

Y ahí estaba de nuevo, aquella placentera sensación se sentía cuando me decía ese tipo de cosas.

En esos instantes recordaba lo mucho que me gustaba este chico que perdía su tiempo enseñándome a hacer arroz.

-Estoy pensando en volver a solicitar la beca para los deportistas de alto rendimiento.- Me comentó él.

-¿En serio?.- Abrí mis ojos sorprendido.- Eso es genial.

-Por eso pensaba en ya sabes.- Iván aclaró su garganta.- Si no es mucha molestia, tal vez podrías...

Las palabras de Iván fueron interrumpidas por Tomás que abrió la puerta de par en par y entró al departamento luciendo su típica ropa de fiesta.

-Ay, muero de hambre.- El castaño se quejó y acomodó su bolso.- Vístete, te invito a cenar.- Se dirigió a mí.

Cuando estaba a punto de decirle que no podía esta noche, Iván se adelantó a hablar:

-Lo siento, no creo que sea de buena educación que entres de esa forma a una casa que no es tuya.- Le dijo con amabilidad.

Tomás frunció su ceño y lo miró de arriba abajo.

-¿Disculpa?

-S-soy Iván, creo que no hemos tenido la oportunidad de presentarnos.

Iván extendió su mano hacía él, pero Tomás lo ignoró.

-¿Seguirás jugando con tu muñeco de turno o vendrás conmigo?

Iván se vió ofendido por la pregunta ya que apretó sus labios en un intento de retener la diversidad de insultos que luchaban por salir de su interior.

-Estoy haciendo la cena.- Dije antes de que Iván terminara por explotar.

-¿Tú?.- Tomás me señaló sin creerlo.- ¿Desde cuándo?

-Desde que Iván me enseña a ser una versión mejor de mi mismo así que si quieres ser un idiota vete, pero si quieres divertirte estás invitado a comer con nosotros arroz con mayonesa.

Tomás y Iván abrieron sus ojos impresionados.

-Como quieras.- Tomás endureció su mandíbula y se marchó así como había llegado.

Suspiré y cerré la puerta encontrándome con un Iván igual de sorprendido.

-¿Acabas de echar a tu mejor amigo de tu casa por tu juguete del momento?

-No, acabo de lograr que mi mejor amigo probablemente me odie por ti y sólo por ti.- Dí pasos hacía él.

-¿Por qué?

-Porque...no lo sé.- Relamí mis labios sin saber que decir y como hablar.- Me importas, creo.

Esperé una respuesta, una pregunta, algo y cuando me di media vuelta, pensando que no llegaría, él también lo afirmó con voz muy bajita.

-Tú...también me importas, Rodri.

Sonreí sin que llegara a verme sintiendo aquel sentimiento al que llamaban amor cada vez más cerca.

Boobs || rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora