Iván
-Entonces, ¿qué dices? ¿debo tener sexo con Rodrigo?.- Le pregunté a Pedrito al tiempo que destapaba mi botella de agua.
-Shh, baja el volumen.- Me reclamó.
La vista de Pedrito estaba fija en Rodrigo que se acercaba a las gradas del gimnasio en donde un chico, castaño y sonriente, lo esperaba con una botella en la mano.
Supuse que era su amigo ya que lo había visto varias veces junto a él.
El entrenamiento había llegado a su fin y debía admitir que Rodrigo enserio era bueno en básquetbol, casi al mismo nivel que Pedrito y él era el más habilidoso del equipo.
-Iván, ¿en serio que tan poco piensas que vale tu trasero?
-¡Pedrito, no tengo opción!.- Exclamé en desesperación.- Estamos a mitad del ciclo escolar y es muy tarde para conseguir otro lugar y aunque lo hiciera, no tengo dinero para pagarlo.
Ni siquiera me habían aceptado la puta beca para deportistas.
Además, el departamento de Rodrigo era cómodo y no le faltaba nada. Si vivía con él ahorraría en muchas cosas esenciales, empezando por la comida.
-¿Y prefieres pagar con tu cuerpo?.- Pedrito levantó una ceja.
-Sí, al menos lo único que perderé será la dignidad.- Determiné.- Luego de hacerlo, soportaré las náuseas y follaré con alguna chica sólo para olvidarme del mal rato.
-Estás loco.
-Sólo promete que nadie lo sabrá, todos saben que Rodrigo es gay y...- Miré su ceño fruncido.- No es que tenga algo de malo, pero bueno, lo entiendes.
Pedrito sonrió ante mi nerviosismo. No sabía por qué me sentía tan incómodo hablando de su sexualidad.
Conocía que Pedrito era evidentemente gay, lo cual no comprendía es decir, ¿cómo existiendo las hermosas mujeres se podría fijar en otro hombre?
¡No tenía sentido!
-Claro, ¿somos bros?
Pedrito levantó su puño y no dude en chocarlo con el suyo.
-Pero si me permites decirlo, te tengo envidia de que puedas joder con el tipo más caliente de la universidad.- Pedrito hizo un puchero.
-Él no es caliente y no me tengas envidia porque te aseguro que no lo disfrutaré para nada.
☆ ☆ ☆
Luego del entrenamiento, salí prácticamente huyendo porque lo único que me faltaría sería que Rodrigo se ofreciera a llevarme.
En eso estaba cuando revisé mi bolsillo en busca de mi teléfono sin hallar nada.
Mierda, ¿dónde tenía la cabeza? Lo sabía, en la imagen de mi precioso culo siendo follado por otro hombre.
Joder, ¿cuándo acabaría esta tortura?
Poniendo mis ojos blanco, volví rumbo al gimnasio y me pareció raro ver en uno de los pasillos a Rodrigo salir de la oficina de la directora. Y aún más que ella le entregara una bolsa de comida y actuara como si lo regañara.
Pero lo que más me sorprendio fue a Rodrigo mencionar la palabra mamá.
¿Qué? ¿La directora era la madre de Rodrigo?
Eso era sorprendente y al mismo tiempo increíble.
Tal vez ser cercano a Rodrigo me podría traer más beneficios de los que pensaba.
Cuando llegué al departamento, Rodrigo había ordenado comida china para ambos, a lo cual acepté gustoso.
Moría de hambre y podría comerme todo un McDonalds si tuviera la oportunidad.
-Come más.- Rodrigo seguía colocando parte de sus fideos en mi caja.
-¡Oye!.- Le reclamé con la boca llena.- ¡Tú también debes comer!
-Mi madre me entregó demasiada comida casera, mi estómago explotará si como un fideo más.
Resistí las ganas de preguntarle sobre ella y porque nunca había mencionado ser hijo de la directora Carrera.
-Entonces, no hubieras pedido nada.- Reproché y le robé más fideos con mis palillos.
-Tú me aliméntaste esta mañana y yo te alimento ahora.- Rodrigo formó una sonrisa rectangular en donde sus mejillas ruborizadas resplandecían y con sus propios palillos, me obligó a abrir la boca y comer.- Además, debes fortalecer tus músculos.
Sonreí y relamí mis labios algo brillosos por saborear la comida.
-¿Te gustan mis músculos?.- Interrogué directo ya que su mirada siempre brillaba cuando sus ojos se desviaban a esas zonas.
Él asintió sin vergüenza alguna.
-Mucho, pero en especial...
Rodrigo dirigió su mano a mi pecho derecho y allí se quedó esperando que lo aparte, pero abrió sus ojos cuando eso no jamás sucedió. Lo miré a los ojos desafiante.
Manteniendo mi sonrisa, lo animé a que lo apretara con su mano. Rodrigo entreabrió sus labios mirándome como si fuera la gloria.
-¿Quieres simplemente tocarlos?.- Hice un puchero.- Eso es muy aburrido.
Rodrigo tragó en seco, su otra mano también se había unido y alcanzado mi pectoral izquierdo.
-¿Qué sugieres?
Recorrí con mi dedo desde su mentón hasta donde los primeros botones de su camisa se abrían.
-Te propongo un trato.
Maratón 3/4
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Boobs || rodrivan
Acak-¿Iván, puedo tocar tus pechos? -¡Rodrigo, te he dicho que no soy una mujer! Dónde Rodrigo tiene una gran obsesión con los "pechos" de Iván. ☆ adaptación autorizada por @hollye2018 de @-popstarr | contenido +18. ☆ rodrigo top | iván bottom.