⁶ 'ᴘᴀsᴛ'

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Cuatro años atrás.

Tragó duro mientras veía a su alrededor, sintiendo los nervios comerle por dentro. El aeropuerto de Colorado estaba repleto de personas donde la pequeña rubia de doce años miraba para todos lados en busca de la pelirroja que se haría cargo de ella.

Hace cuarenta minutos había bajado del avión con mucho miedo recorriendo todo su cuerpo. Sus manos, las cuáles sostenían su valija, estaban temblando y no podía calmarlas.

Llevó su mano hasta su celular, el cuál estaba en su bolsillo trasero y lo sacó. La pantalla se iluminó dejando ver una llamada entrante de Thomas.

- Thomas. - Dijo al contestar, escuchando el ruido de la ciudad del otro lado de la llamada.- Hace cuarenta minutos bajé del avión.

- ¡Nena, estuve esperando tu llamado! - Aquellas palabras le sacaron una pequeña risa- ¿Ya fueron Kath y George por ti?

- Estoy esperándolos. Estoy nerviosa.

- Tranquila, vas a estar bien. - Dijo su hermano, lo cuál le hizo una sonrisa en su rostro- Si no lo estás, espera hasta que yo cumpla los dieciocho y hablaré con servicios sociales.

- Es qué estamos muy lejos. Estoy en un lugar que no conozco y posiblemente con adultos que no conozco. - Escuchó la risa de su hermano a través de la línea- ¿Por qué no pude quedarme contigo?

- Los abuelos lo dejaron muy claro en el testamento.

La simple mención de sus abuelos le hizo un nudo en la garganta. Los extrañaba mucho. En la línea se generó un silencio, lo que le hacía saber que a su hermano también le dolía recordar a sus abuelos.

- ¡Laray!

Una voz gritando su nombre la sacó de sus pensamientos. Se volteó casi al instante, logrando ver a una mujer pelirroja junto a un hombre que iba acompañado por un chico que parecía de su edad.

- Thomi, ya los encontré. - Le avisó a su hermano.

- Está bien, dime cuando llegues y avísame cualquier cosa que pase.

Asintió, aún a sabiendas que su hermano no la podía ver.

- Está bien...

- Y tranquila, nos volveremos a ver, no sé cuándo pero nos volveremos a ver. - Sonrió por aquellas palabras, haciéndole una seña a los adultos que esperaban por ella para que esperen un segundo- Te quiero, Smith.

- Yo también. - Su voz se empezó a quebrar y al notar eso rápidamente tomó una profunda inhalación.

- Adiós.

- Adiós.

Y con ese último mensaje la llamada se cortó. La pequeña rubia soltó un suspiro y guardó su celular en su mochila, volteando para ver a los adultos quienes ya se acercaban hacia ella.

- Lay.

La pelirroja no dudó en segundo y una vez estuvo cerca de ella la envolvió en sus brazos, dejando a la menor descolocada en su lugar. Laray se dio cuenta que no le había devuelto el abrazo, por lo que pestañeó confundida y rápidamente lo aceptó, abrazando la espalda de la tal Katherine que se haría cargo de ella.

Por encima de su hombro podía ver al hombre que suponía era George, el esposo de la mujer a la que estaba abrazando y al lado de él había un chico con el cabello color castaño.

- ¿Cómo estás, cariño? - Preguntó la mujer con voz suave a la vez que se separaba.

- Bien, ¿Y ustedes?

𝐌𝐘 𝐋𝐀𝐃𝐘 | Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora