²⁹ the county fair

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— ¿De verdad crees que esto me irá bien? ¿No tienes una más pequeña?

Cole dejó de husmear en su armario y negó con la cabeza a la pregunta de la rubia, por lo que ella resopló y asintió. Ambos se encontraban en la habitación del chico a un día del concierto de la feria del condado, buscando ropa que a Laray le pudiera entrar para poder bailar en la feria.

— ¿Necesitas algo más? — Preguntó, apoyándose en su escritorio.

— No, ya tengo todo. — Dijo con una sonrisa a la vez que giraba su cuerpo para poder ver en el espejo como le quedaba la camiseta blanca del mayor.— Gracias, Cole, de verdad estoy muy agradecida.

— No hay de qué, Skyci.

La chica sonrió y salió de la habitación, saludando a los chicos en su paso. Se dirigió a la puerta de los García y tocó está con suavidad, esperando una respuesta. Acomodó su cabello, tirándolo para atrás y en ese momento la puerta se abrió para mostrarle a Isaac.

Laray tragó duro al verlo, sintiendo su corazón acelerarse repentinamente. El chico la observó y suspiró, asintiendo y haciéndose a un lado para que pudiera ingresar al cuarto e intentando que no fuera muy obvio que sus nervios se habían activado al verla. La rubia intentó esbozar una pequeña sonrisa para no arruinar su día y luego se tiró sobre Lee cuando lo vió.

— ¡Tienes que ayudarme! — Exclamó con una sonrisa de oreja a oreja, levantándose de encima su cuerpo para tomar la muñeca de su mejor amigo y arquear su espalda para levantarlo.

— ¿No puede ser más tarde? — Lee preguntó con voz adormilada pues era el horario de la tarde y él solía dormir, bueno, Lee siempre dormía.— Ahora mismo estaba teniendo un sueño con Peter Pan.

La chica blanqueó los ojos y siguió tirando de él sin mucho éxito, por lo que lo volvió a dejar en su lugar y suspiró con cansancio. Isaac siguió sus movimientos con sus ojos oscuros, tragando duro al verla así. La presencia de Laray en su cuarto nuevamente lo ponía nervioso.

Pasaron los días desde su discusión y ambos no habían vuelto a hablar, pero intentaban no cruzarse o mirarse para evitar que la tensión entre ellos sea peor. Todos en la casa aceptaron la decisión silenciosa de ambos y volvieron a sus dichas rutinas, dejando que los problemas entre ambos tomaran otro rumbo sin estar metidos.

— Lee, levántate que ya es tarde para seguir durmiendo. — Habló, tirándole una almohada en la cara a su hermano.— Además, le prometiste ayudarla y eso harás.

La rubia volvió su mirada a Isaac, sintiendo como otra vez los latidos de su corazón iban en aumento al conectar sus miradas mientras asentía en una forma de agradecimiento. El pelinegro no emitió gesto y salió de la habitación, dejándolos solos.

El menor de los García se sentó en la cama y pasó una de sus manos hecha puño por sus ojos, bostezando. Lee se colocó una remera rápido y la rubia sonrió, saliendo de la habitación seguida por él para luego bajar las escaleras.

Ambos salieron de la casa, dejando que el viento les azote con fuerza en el rostro a medida que se dirigían al establo para ir al loft. Subieron y Lee no tardó en tirarse en el pequeño sofá, colocando su brazo por abajo de su cabeza mientras la miraba.

— ¿En qué quieres que te ayude?

Laray sonrió y empezó a hablar. — Como ya te dije, vamos a bailar dos coreografías — Lee asintió— y al finalizar tengo que decir un discurso que ya lo hice pero quiero que me ayudes a cambiar las palabras para que no suene tan repetitivo.

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⏰ Última actualización: Oct 07 ⏰

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𝐌𝐘 𝐋𝐀𝐃𝐘 | Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora