²³ ᴛʜᴇ ʙᴏɴғɪʀᴇ

1.9K 108 17
                                    

Laray estaba en la oficina de George, acompañada por la pelirroja que la miraba rebuscar entre las cosas del hombre con desespero.

— ¿Se puede saber exactamente que estás buscando?

— ¡Mi trabajo de física! — Exclamó la rubia haciendo a la chica Hencrakt rechistar con gracia— ¿De que te ríes?

— ¿No lo tenían los García?

Laray abrió sus ojos de manera abrupta cuando el recuerdo de ella entregándole a Lee el trabajo que habían hecho juntos, llegó a su mente para hacerla sentir idiota.

— Mierda, es verdad. — La joven Rose carcajeó con diversión en lo que su mejor amiga se dirigía a la ventana de la oficina y miraba a través de ella.

Una pequeña sonrisa de felicidad se plantó en el rostro de Laray al ver a su hermano Thomas jugar con los chicos en el pórtico, se miraba divertido.
Era muy claro que el chico Smith se había adaptado y ganado un poco el cariño de los chicos, en especial de los García, en esa mitad de la semana que estaba con ellos.

La pelirroja la siguió y se colocó a su lado para ver lo que miraba, sonriendo en grande al ver cómo los chicos se empujaban entre ellos para poder obtener el balón.

El ruido de una notificación anunciando una llamada las espantó. Ambas volteando a ver a la computadora que estaba encima de la mesa, de la cuál provenía el sonido. Una llamada entrante.

La pelirroja miró la pantalla con diversión reflejada en sus ojos celestes.

— ¡Ni se te ocurra! — Le gritó en un susurro Laray a la pecosa al notar sus intenciones, sacándole una sonrisa a la pelirroja quién esbozó una pequeña sonrisa y aceptó la llamada.— ¡Rose!

Ambas quedaron estáticas cuando en la pantalla apareció un hombre con un traje militar. Las chicas compartieron una mirada ante el parecido que el mayor tenía con ciertos chicos.

¡Hola! — Saludó el hombre con una sonrisa— ¿Tú debes ser Laray, no? ¿Skicy?

La joven Smith pestañeó dos veces de la sorpresa y la fluidez con la que el hombre había hablado español. Asintió con lentitud, agradeciendo internamente que su mejor amigo le haya dado clases de español.

Sí. — Respondió, algo avergonzada.— ¿Usted?

— Christian García, es un placer al fin conocerte. — Ante la mención de su nombre, Laray identifico de inmediato de quién se trataba— ¿Mis hijos están por ahí?

La rubia asintió de manera inmediata, mientras que Rose la observaba con sorpresa al ver qué entendía español. La chica rubia no era experta en aquel idioma pero tener a dos chicos que hablaban español y la acompañaban a ver películas en ese idioma, la ayudò bastante a entender algunas palabras.

Pero no a decirlas.

— Ahora los voy a buscar.

El hombre asintió, agradeciéndole en voz baja antes de que las dos chicas salgan de la oficina, murmurando entre ellas. Salieron al pórtico dónde las risas de los adolescentes se escuchaban.

— Chicos. — Los cinco detuvieron sus pasos y voltearon a verlas, sonriendo ante su presencia— Tienen una videollamada.

Lee fue el primero en darse cuenta de quién se trataba. — Papá...

Una sonrisa emocionada adornó el rostro del menor de los García antes de ingresar a la casa con cuidado de no empujar al dúo de amigas.

Rose rió con suavidad y lo siguió.

𝐌𝐘 𝐋𝐀𝐃𝐘 | Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora