chapter #33 • antes de...

549 48 290
                                    

Un silencio inquietante reinó en las transitadas calles de Inazuma, la gente corría entre pavor y miedo generados por el repentino disparo que resonó junto con la intriga que proporcionaba "¡¿Le disparó a alguien?!" "¡Solo corre!" "¡Alguien llame a la policía!". El grupo que se encontraba frente a él quedó estático, sin saber que decir ante la escena que tenía delante.

- No... -Kazuha temblaba en su lugar, comenzaba a hiperventilar y sus piernas flaqueaban. A su mente llegó el sueño que había tenido tan solo esa misma mañana.

Por qué... ¿Por qué había tanta similitud?

- ¿Heizou..? -lo llamó Kunikuzushi con la voz temblorosa, estaba sentado en el suelo, siendo abrazado por un pelirrojo que aflojaba su agarre cada vez más, sintiendo su temblar y la débil respiración que comenzaba a tener.

- ¿Estás... Bien? -preguntó entre jadeos, el índigo iba a preguntarle lo mismo cuando el otro comenzó a toser, Kuni miró a su lado y notó manchas de sangre que él mismo había escupido.

Kunikuzushi se imaginó lo peor en ese momento, mirando con terror al chico que estaba sobre él.

- Heizou, mírame... -le pidió con signos de desesperación. Heizou estaba dispuesto a obedecerle cuando un dolor terrible recorrió su espalda baja, le ardía... Era un dolor insoportable.

- Agh... -soltó un quejido y entonces Kunikuzushi pudo confirmarlo, con sus manos temblorosas y su vista puesta en él comenzó a inspeccionar su cuerpo, ese dolor no era normal... ¡Definitivamente no lo era!

- No es cierto... -entonces lo encontró. A solo unos lados de su espalda una gran mancha de sangre recorría la sudadera que llevaba, pudo saberlo por el agujerito que lo atravesaba y la sangre que recorría la tela. Lágrimas se contenían en sus ojos sin saber que hacer ¿Qué se hace en estas situaciones? ¡Debía actuar rápido, estaba perdiendo mucha sangre!

- Kuni... -lo llamó Heizou y este lo miró enseguida, con preocupación notoria- duele...

- No hables, tranquilo... Todo estará bien ¿Si? -trataba de convencerlo, a él... A sí mismo. Estaba aterrado, no tenía idea de qué hacer ¿Cómo se cubre una herida? ¿Cómo detiene el sangrado? ¿Donde está su teléfono? ¡Debe llamar a la ambulancia!

Mientras esto ocurría, Kaeya y Diluc se levantaron apresuradamente apenas habían reaccionado, escucharon el disparo... ¡Carajo! ¡Por supuesto que lo habían escuchado! El moreno se acercó al castaño que se encontraba aturdido por su reciente acción, tirándolos a ambos al suelo y neutralizando su cuerpo, arrojando el arma lo mas lejos posible de él, siendo atrapada por Diluc que en un rápido movimiento sacó los cartuchos y guardó estos mismos y el arma en dos bolsitas separadas.

Las personas que se encontraban al rededor observaban la escena expectantes, más tranquilos pues el agresor había sido retenido. Kunikuzushi estaba desesperado, no solo él... Todo el grupo. Tenía miedo... No podía negarlo esta vez, no había cómo. Kazuha estaba temblando aterrado en su sitio, Albedo trataba de calmar su estado pues claramente igual se encontraba nervioso.. y Mona trataba de auxiliar a Heizou junto con él.

- ¡¿Qué demonios están mirando?! ¿¡Qué acaso no ven que hay un herido!? ¡Alguien llame a una ambulancia, rápido! -gritaba el índigo con desespero, odiaba lo inútiles que estaban siendo en ese momento... pero nadie conocía absolutamente nada sobre primeros auxilios ¿Qué debían hacer en una situación así? ¡Necesitaban una respuesta, y rápido!

Cerca de la calle donde había acontecido el aterrador suceso se encontraban Shinobu y Kokomi, que iban de paso a un centro comercial. La chica peliverde distinguió casi al instante aquel grito desgarrador, acercándose apresurada con la pelisalmón de la mano.

𝗥ᴏᴏᴍɪᴇs. . . ★! [ʜᴇɪᴋᴀᴢᴜsᴄᴀʀᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora