XI

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Juguemos un poco.

Entramos a la mansión y la ama de llaves nos lleva a la gran sala de la mansión donde están los padres de Carsten.

—Hemos llegado -dice Carsten a mi lado.

—¡Hijo! -exclama su madre.

Su mamá es la primera en venir a abrazarlo y saludarlo, después de besar toda su cara y abrazarlo nota mi presencia.

—Oh, querida, ¿qué tal? -pregunta y me da un abrazo, yo correspondo el abrazo y después nos separamos.

—Hola, señora -la saludo con una sonrisa.

—Oh, no me digas señora, llámame Cristina -dice con una sonrisa.

Asiento con una sonrisa, después de saludarnos pasamos al comedor y luego llega una jovencita, creo que es la hermana menor de Carsten.

—¡Hermano! -grita y se abalanza hacia Carsten, se dan un abrazo y después ella me ve.

—¡Hola! Tú eres Hadley, ¿verdad? -pregunta entusiasmada.

—Si -le respondo con una sonrisa.

—Soy Brenda, la hermana de Carsten -se presenta y me da un abrazo el cual correspondo.

—Un gusto -le respondo con una sonrisa.

Comenzamos a cenar y siento dos miradas en mi, levanto mi cabeza y veo que los padres de Carsten me están mirando. El señor Benjamín me mira extraño, como si le recordara a alguien. Bajo la cabeza y sigo comiendo mientras todos en la mesa hablan, me hacen algunas preguntas y yo respondo.

—¿Y tus padres y hermanos? -esta vez pregunta el señor Benjamín.

—Solo tengo a mi mamá y un hermano mayor -le respondo.

Seguimos hablando hasta que termina la cena. Carsten se va con su padre y yo me quedo con Brenda, hablamos y nos reímos, Brenda me cayó muy bien, y los señores Becker también, son muy amables, todo lo contrario al hijo que tienen.

Brenda ha ido a buscar algo y yo estoy observando las fotos que hay, miro una foto de la boda de los padres de Carsten en la que ellos están en una mesa con más personas. Sigo viendo las fotos y me detengo en una donde hay dos niños, un pelinegro y una pelirroja.

—Ese es Carsten y la que está al lado es la hija de los ex jefes de la mafia Francesa -dice Brenda detrás de mi.

—¿Por qué ya no son los jefes? -pregunto viendo la foto aún.

—Mataron a la familia entera hace casi cuatro años -responde ella.

—Que triste -digo.

—Si, ella se llamaba igual que tú, Hadley, tenia diecisiete y tenía un hermanito de ocho años -me cuenta.

—¿Y no saben quien los mató? -pregunto curiosa.

—Nadie sabe, mis padres y algunos amigos más investigaron, pero no encontraron mucha evidencia, tenían muchos enemigos -responde.

Hablamos por un largo rato, después llega Carsten y su padre, estoy cansada y tengo ganas de acostarme a dormir. Una de las mujeres de servicio me llevan a una habitación y cuando entro esta es súper grande.

Vendida al Rey de la Mafia ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora