Cup of Depresso (TRADUCCIÓN)

Capítulo 6 : El largo negro

Resumen:

Un adiós adecuado es algo raro y precioso.

Debería haber estado descansando. Todo el mundo debería haberlo hecho.

Ninguno de los dos iba a hacerlo, por supuesto.

Emiya no estaba cocinando esta noche. "Desayunar" en sólo tres horas serían MRE, rápidos y adecuados para el trabajo. En cambio, estaba sentado con las piernas cruzadas en medio de la oscura cafetería, controlando su propia respiración y cantando las líneas en su cabeza. Como hace todos esos años, sabía que tenía algo que hacer, pero no sabía cómo podía ayudar. Entonces practicó. Una por una, rastreó las armas de su memoria a medida que llegaban a él, reexaminandolas y descartándolas a su vez.

"¿Emiya? Lo siento, ¿estás ocupado?

Estaba lejos de ser el único que no pudo descansar tranquilo en sus últimas horas. Parecía que Romani Archaman no había dormido en días. Probablemente no lo había hecho.

"No, en realidad no", suspiró Emiya. "Pareces la muerte. ¿Puedo hacerte un poco de café?

"Por eso estoy aquí", se rió nerviosamente. "Da Vinci me echó de la sala de mando..."

" De nuevo. "

"-para poder descansar un poco como el resto del personal antes de hacer contacto, pero, bueno, no hay manera de que pueda dormir ahora, ¿sabes?"

"Sí."

Emiya se deslizó detrás del mostrador y Roman se subió al taburete. "Tu configuración aquí realmente ha crecido, ¿no?"

"No es difícil para mí", Emiya se encogió de hombros. Tenía una prensa de café expreso manual junto a una máquina de goteo electrónica, con tubos de vidrio para café frío de goteo lento encima. Sin otra razón que la de demostrar su punto, proyectó una taza de viaje extragrande en su mano. Probablemente no lograría que Roman se quedara quieto por mucho tiempo.

"Tal vez debería haber intentado pasar más tiempo aquí", dijo Roman. "He oído que te has convertido en un pequeño centro social".

"Deberías haberlo hecho", reconoció Emiya. "Intenta tomarte un poco más de tiempo libre".

El médico asintió y entrelazó los dedos frente a él. "Emiya, ¿puedo preguntarte algo?"

El Contraguardián frunció los labios y sirvió café. "Dilo"

"Has tenido una vida dura", dijo. "¿Cuanto tiempo has estado haciendolo?"

"Sabes que no hay una respuesta real para eso. Aquí. Beberse todo."

"¿Qué manjar extranjero me están ofreciendo?" Preguntó Roman con una sonrisa fácil, tomando la taza para su primer trago.

"El Negro Largo", dijo Emiya. "Mucho espresso y un poco de agua. No es exactamente delicado, pero apuesto a que es tu estilo".

Roman hizo un sonido de admisión mientras bebía, seguido de un suspiro de alivio.

"No confíes en ello para tener conciencia", advirtió Emiya.

"Gracias, Emiya."

"No lo menciones. Todos te debemos mucho".

Los ojos de Roman se dirigieron hacia él. "Oh, no, no lo creo..."

"Lo que digas." Emiya se sirvió su habitual taza de café solo y se unió a Roman al otro lado del mostrador.

"¿Cómo lo haces?" preguntó Román. "Has tenido que hacer cosas tan difíciles, tantas veces".