Resumen:
Una serie de conversaciones con Emiya mientras tomamos un café recién hecho.
Estado: ¡La historia general que quería contar está completa! Dicho esto, sigo escribiendo nuevos capítulos de vez en cuando, pero sólo por diversión a medida que...
Después de un largo día y decisiones cuestionables, la mente de Emiya está confusa.
Más tarde esa noche, Emiya estaba de vuelta en la cocina, limpiando. No quería irse a la cama. Sabía que Artoria lo estaría esperando, sin juzgarlo ni impacientarse, sólo que... todavía no.
De repente, el Ojo de la Mente le erizó los pelos del cuello y se volvió hacia la puerta, donde la silueta clara del Rey de los Caballeros se alzaba en la oscuridad.
"Saber", saludó. No estaba seguro de estar listo para hablar, pero tampoco iba a rechazarla.
"No... exactamente", dijo.
La Servant que entró era en gran medida Saber, pero no era ella en absoluto. Sus ojos eran de color jade firme, su cuerpo delicado contradecía sus músculos tonificados y apenas llegaba a su hombro, pero su cabello estaba recogido en largas colas de caballo gemelas que se curvaban hasta sus piernas, el oro real brillaba en su frente y se movía casi sin peso por el suelo, como si la gravedad la sujetara sólo suavemente.
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"¿Quién eres?" Preguntó Emiya, sorprendiéndose a sí mismo al no adoptar una postura de combate. Sabía mejor que nadie que Artoria Pendragon podía ser un enemigo aún más feroz que un aliado, pero algo en él sabía instintivamente que esto no era así. Llevaba un vestido blanco con adornos negros y dorados, que le recordaba a Merlín.
"Artoria", dijo, como si se encogiera de hombros. "Más que eso se vuelve un poco complicado".
La lógica le decía que se mantuviera alerta. Cada fibra de su ser le decía que quería oler su cabello y acariciarle la mejilla.
"Me he ganado la reputación de ser un oyente", dijo, señalando la mesa.
"Gracias", dijo en voz baja. ¿Se estaba sonrojando? "Intentaré explicarlo. Ocupo el mismo Saint Graph que Caster Artoria, ya sabes, pero... soy... más. Se podría decir que ella es Avalon le Fae antes del comienzo del viaje de Chaldea a Gran Bretaña, mientras que yo soy en lo que ella se convirtió, o... en qué más se habría convertido ella. Lo que todos representamos. En verdad sería más exacto decir que soy el Espíritu Heroico conceptual Chaldea verdaderamente convocado, el concepto mismo del Caballero de la Espada Sagrada, pero... su existencia grabada en mí merece tener su felicidad. Así que sólo he ocupado su lugar por un tiempo".
"¿Qué significa eso?" -Preguntó Emiya.
"Soy... algo así como una fusión", dijo. "Comparto los, um... recuerdos. Puedo ver y recordar las vidas no solo de la chica de la profecía que encontraste, sino de cada Artoria, cada una de las que tocó la Espada Sagrada o la guió a las manos de otro, como caminos bifurcados en mi mente".
"¿Qué?"
"Recuerdo caminar por Gran Bretaña con el Maestro, Tristan y Oberon, algo que mi otro yo no hace", dijo, pasando la mano por la mesa de la cafetería. "También recuerdo haber sacado a Caliburn de la piedra bajo la guía de Merlín, y luego lamentarlo profundamente. Y recuerdo haber buscado el Grial corrupto para protegerme de la influencia de la Lanza Sagrada. Recuerdo haber vagado por el mundo mucho después de Camlann, ni vivo ni muerto, buscando un nuevo lugar donde construir la utopía. Y lo recuerdo..."
