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【𝑼𝒏𝒊𝒄𝒐 𝒉𝒆𝒓𝒆𝒅𝒆𝒓𝒐】

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【𝑼𝒏𝒊𝒄𝒐 𝒉𝒆𝒓𝒆𝒅𝒆𝒓𝒐】

🔸⚜️🔸

Único heredero.

Ese fue el término que más había escuchado en las últimas horas.

Esa mujer que había ido a buscar a Jack Wood sólo había sido una completa calamidad. Aseguraba haber tenido un amorío con Arthur y que ese niño, era producto de su amor.

Yo no había podido tomar asiento desde que le escuché decir esa afirmación. Había permanecido de pie junto a la chimenea mientras ella respondía un sinfín de preguntas que Jack le estaba haciendo al igual que me las hizo a mí cuando me conoció.

El niño tenía aproximadamente cuatro meses de edad y yo tenía poco más de un año y medio trabajando para Arthur. Saqué cuentas y fechas mentales una y otra vez. ¿Cómo era posible que hubiese tenido relación con esa mujer si yo apenas lo dejaba solo mientras dormía?

No era posible.

Arthur no podía tener un hijo.

Para colmo de mis males, Jack me había informado de que, de ser ese niño un hijo legítimo de Arthur y si él no aparecía en un periodo de tiempo en concreto, el pequeño pasaría a ser el único heredero de la mansión Havisham, de Trout Company, de la herencia del señor Connor y, más terriblemente, de Havisham Lake.

Sentía como si mi cabeza fuese una locomotora conteniendo la presión en su interior y amenazando con estallar en cualquier instante.

En algún momento de la tarde, mientras ella hablaba contando demasiados detalles de sus gloriosos encuentros con Arthur, yo observaba al pequeño. Tenía el cabello rizado y, a pesar de su corta edad, sus ojos marrones eran bastantes curiosos. Era lindo, muy lindo, pero yo solo podía mirarlo con mis cejas muy unidas y bastante recelo.

Entre más lo veía, más parecido le encontraba con Arthur.

Estaba tan agitada, que sentía mi boca seca. Luché con lo todo lo que tuve para no perder la compostura y permanecer de pie en la misma esquina del salón toda la tarde.

Una vez que Jack y yo nos quedamos solos nuevamente, el silencio reinaba entre nosotros. Él revisaba los apuntes en su preciada libreta y yo observaba con desagrado un papel sobre el escritorio en el que la misteriosa mujer había anotado su dirección.

—¡Lauren! —grité de repente, haciendo que la vista de Jack me buscara inmediatamente.

—¿Si, señorita? —respondió el ama de llaves, entrando lentamente al lugar.

—Dígale a Leonard que lo necesito aquí ¡De inmediato! —señalé el piso para hacer notar la urgencia del asunto.

La mujer asintió un par de veces y se perdió por la puerta, antes de volver con Leonard detrás de ella.

𝓠𝓾𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪 𝓙𝓸𝓪𝓷𝓷𝓮 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora