Capítulo 15. Sorpresa

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- ¡Pero dime a dónde vas!- suplicaba Connie, la castaña negaba con una sonrisa de manera divertida. - Lo quiero saber desde ayer. - agregó.

- Connie querida, intentaré buscar un trabajo. - respondió mientras ajustaba la cola de cabello. - Cuida a Ayla, por favor.

La rubia la siguió. - No te creo eso de "intentar buscar un trabajo"- rodó los ojos.- Anda, _____, llévame contigo, me aburro muy pronto.

- Tienes a Ayla de compañía, Connie- rió. Tomó las llaves del carro de su papá.- le dices a mi papá que me llevé su auto.

La castaña guiñó el ojo, hoy parecía tener la actitud más positiva de lo normal, o por lo menos, eso pensó la rubia.

Abrió la puerta y salió para la calle.

Entró al auto y comenzó a manejar. La actitud positiva solo era para disfrazar los nervios que traía. Sus manos sudaban y deslizaba en el volante. Bajó los vidrios e intentó regular su respiración, podría ser que se pierda de lo nerviosa que estaba.












(...)

- Buen día, Zabdiel. - saludó Christopher con una sonrisa leve en su rostro. - ¿Que tal tu día?

Zabdiel alzó la mirada de su computadora. - Hola, sapo, buen día. - le dió un sorbo a su café.- El día ha estado tranquilo. Hoy llegaste tarde, ¿Eh?

- Lo se, Zabdiel- se sentó al frente de su escritorio.- Hoy Omer no quería que venga, y se me hizo muy difícil de verdad, así que decidí quedarme un rato más en casa.

- Te entiendo, Chris. - lo miró - ¿Sabes? En lo único que eres bueno es en ser padre de Omer. - de burló y empezó a teclear en su computadora.

- ¡Gracias! ¡Que gran halago el tuyo! - dijo irónicamente. - Y bueno, ¿A qué hora llega mi sorpresa?

- ¡Puaj! Creí que lo habías olvidado por completo - rodó los ojos.

- Pues ya ves que no, tengo curiosidad desde ayer. - se cruzó de brazos y sonrió. - ¿Y bien...?

Zabdiel miró el reloj que posaba en su muñeca.

- No lo sé..., ya debería estar aquí. - desvió la mirada- Pero bueno, revisa estos papeles, es de un nuevo contrato con Serkan, revísalos y me dices que tal.

- Mírate tú - rio- En estos últimos meses has estado muy activo, Zabdiel. Hasta pareces más el jefe que yo mismo.

Zab solo negó con la cabeza mientras reía.

- Okey, creo que mucho trabajo por hoy. Ahora un chisme. - se arrimó a la silla. - ¿Sabes quién me escribió?

- Ni como saberlo, Zabdiel. ¿Connie?

Él negó. - No, me escribió Monserrat, me dijo que llegará de Venezuela y que quisiera que salgamos por ahí a dar una vuelta cuando ya esté aquí. - Se encogió de hombros. - ¿Que dices tú?

- ¿Yo? - rió- Zabdiel ya lo sabes muy bien. Montserrat nunca pero NUNCA me cayó bien y lo sabes.

- Tiene buenos sentimientos.

- Si tú lo dices, - se encogió de hombros nuevamente. - pero sabes lo que pienso de ella. Se me hace muy falsa e hipócrita. ¿Sabe ella que estás con Connie?

- Por supuesto que sí. Estoy muy enamorado de esa mujer que se me hiciera imposible no hablar de ella. Hasta me quiero casar con ella, ya tenemos varios años juntos y casa vez mi decisión se hace más firme.

- Bueno, esa ya sería decisión de ustedes- hizo una pausa-, ¿Sabes que? Cásate mañana, para que así tenga una escusa para ver a ______.

Él lo miró mal y lo negó con su cabeza.

La Última Vez Que Te Vi || C.V & TÚ || En ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora