Capítulo 17. Incómodo

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Mi cabeza estaba a punto de explotar. El día de hoy desperté demasiado tarde y tenía que venir a trabajar, no soportaría a un Christopher enojado. Me levanté del escritorio y caminé hasta la salida, pero para mi sorpresa, esta se abrió antes. Me sobresalté antes de ponerme la mano en el pecho. 

— Oh, lamento haberte asustado,______—habló la pelinegra, ¿Cómo es que se llamaba?, ah si, Isabella—. Venía a traerte esto, hoy te vi muy cansada 

Ella extendió su mano cual tenia una taza roja y adentro, café. 

La miré extrañada, verdaderamente no me esperaba esto y menos de ella pero para no mostrarme maleducada, tomé la taza y le sonreí sin mostrar los dientes. 

— No debiste molestarte, Isabella. Es más, justo ahora iba a la cafetería a comprarme uno— reí leve. 

— No fue ninguna molestia, ______, y espero que no me lo vayas a rechazar.— sonrió. — Y antes que lo hagas, mejor me voy 

Ella salió de la oficina, con la misma sonrisa en su rostro. Miré detenidamente el café, no quiero que ella me envenene. 

Pff, ¿Qué andas hablando, ______? 

Ella no te va a envenenar. 

Me regresé a mi puesto y dejé la taza sobre el escritorio. Segundos después, Lily apareció.

— Hola, ______, buen día.— saludó alegremente, yo hice lo mismo.

— ¿Cómo te encuentras, Lily? — me acerqué a ella para saludarla con un beso en la mejilla— Ven, siéntate. 

Ella lo hizo.— Estaba con Zabdiel. El pobre estaba buscando un archivo en su computadora, pero lo que no sabía era que estaba en la mia— rió—. De casualidad, ¿No sabes por qué no ha llegado Chris? 

la miré confundida.— ¿No ha llegado?— Lily negó, yo me encogí de hombros.— Realmente no tenía idea. 

Dije lo más sincera, acto seguido, mi celular se encendió, mostrando una notificación de mensaje. Agarré mi celular y lo leí, era Connie 

"Mi vida, con Ayla iremos a tu trabajo, espéranos ahí. Besos 💋

- Connie 💗" 

 Yo reí en mis adentros, estas dos juntas son un caos. 













— ¿Estás listo, Omer?— le pregunté a mi hijo, quien se limpiaba la boca con su servilleta. 

— Sí, papá.— Respondió él, tomó su plato y vaso de Mickey Mouse  y lo llevó a la cocina.

Miré nuevamente mi reloj que reposaba en mi muñeca. El día de hoy, Omer amaneció llorando y rogándome que no me fuera de la casa, sin embargo, no puedo darme el lujo de faltar a mi jornada laboral las veces que me da la gana, nunca lo hice, ni cuando estaba casado con ______. 

Los regaños y gritos de Kelsey se habían hecho presente en toda la casa, reclamándome el hecho que no paso mucho tiempo con Omer y mirándolo desde ese punto, tiene razón. 

La Última Vez Que Te Vi || C.V & TÚ || En ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora