Capítulo 6. Recuerdos

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― No, ______, yo sigo pensando que es una pésima idea, ¿Y si nos devolvemos para la casa? creo que sería lo mejor― dijo Connie angustiada, la castaña solo negó con su cabeza. 

― Eso no estaría bien, Connie, él es mi esposo, el padre del bebé que tengo en el vientre, tiene todo el derecho del mundo saberlo. 

Ambas primas se encontraban en el carro enfrente de la casa de Christopher con un gran dilema, ¿Christopher debería saber del bebé?, Connie le decía a su prima que no lo haga, ya que, por como se había comportado Christopher, lo más seguro es que no se haría cargo del bebé. Por lo contrario, ______ estaba segura que si le iba a decir. 

― Bueno..., si estás segura de lo que haces, adelante.

La castaña tragó en seco y el miedo empezó a invadir su cuerpo. Con temor, salió del carro para dirigirse al gran portón y tocar la puerta. Inmediatamente el comunicador se activó. 

― Buenas tardes, ¿Qué se le ofrece?― dijo una voz, ______ supo rápidamente de quien se trataba. 

― Alan, soy ______, ¿Le podrías decir a Christopher que necesito hablar con él de urgencia? es algo importante 

― Señorita _____, el señor Christopher está atendiendo a una persona, de hecho, necesitaba que usted esté aquí, pase.

En cuestión de segundos el gran portón se abrió, ella entró con pasos lentos, no sabía como reaccionar al estar en una casa que por un momento fue su hogar. 

Al estar en la puerta de la casa, volvió a tocar y Alan se dejó ver con una pequeña sonrisa, se hizo a un lado y me dejó pasar. Los nervios nuevamente se volvieron a instalar en ella, todo era tan... diferente, las cosas estaban regadas por cualquier espacio de la casa.

― A-Alan...,¿Dónde está él?― preguntó refiriéndose a su esposo

― El señor Christopher se encuentra en la biblioteca, señorita― respondió. ― iré a avisarle que usted está aquí. 

La castaña asintió levemente, entonces Alan subió por las escaleras. Las piernas de ______ empezaron a temblar y sentía como se iba a desmayar, cerró sus ojos con fuerza esperando que el mareo que había aparecido desde que entró a la casa desapareciera. Sin esperarlo, unas pisadas sintió acercándose , abrió sus ojos y vio como Alan aparecía, le hizo seña que subiera. Inhaló y exhaló profundamente para después comenzar a subir.

Cada vez faltaba poco para llegar, subió el último escalón para después dirigirse a la puerta  de la biblioteca. Tocó la puerta y esta se abrió en segundos, dejando ver a un hombre maduro. 

― Hola, buenas tardes, señorita ______, a usted la estábamos esperando. ― ella frunció el ceño, no entendía lo que este hombre decía.― pero no se quede ahí, pase. 

El hombre se hizo de lado e hizo que la castaña vea en el fondo a quién era su esposo, él se encontraba con una mirada seria, se lo veía cansado. A simple vista se le notaba las ojeras y sus labios pálidos y resecos. A la castaña se le hizo el corazón chiquito, sus ganas de llorar aumentaba, como también aumentaba las ganas de salir corriendo a abrazarlo  que él la reciba con los brazos abiertos y que le llene de besos en la cara como lo solía hacer. 

― Pasa, ______.―dijo Christopher sin ninguna pizca de alegría, eso hizo que la castaña se intimidara ante su mirada. Ella bajó su cabeza y entró.

— Chris..., Yo... — intentó decir, pero simplemente no puedo, los nervios le jugaron en su contra— yo...

— mira, _____, seremos rápido, solo necesitamos que firmes los papeles de divorcio— dijo con tono frío, la castaña abrió sus ojos a tope, no sabía lo que estaba escuchando en estos momentos. 

La Última Vez Que Te Vi || C.V & TÚ || En ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora