Capítulo 18. Omer y Ayla desaparecidos

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Connie aceleró sus pasos llegando así hasta la oficina de Zabdiel, pero antes, la castaña la había tranquilizado, el niño podría ser su primo o sobrino. 

Todas las miradas se posaron en la rubia con el gran oso de peluche y los globos rojos con frases románticas, pero no le dió importancia. Tocó la puerta y de adentro salió un «pase » .La castaña llegaba con su hija por la parte de atrás. 

Zabdiel se levantó de su sitio, mientras tenía a Omer sentado en su escritorio. Una cara de sorpresa puso, en cambio, Connie tenia una cara llena de felicidad. 

— ¡Sorpresa!— gritó Connie al verse con su novio. Zabdiel se acercó a ella y estampó sus labios en los de la rubia dejándole un beso. Connie rió.— Te extrañé tanto, mi amor. 

— ¡Esto si que es una gran sorpresa!.— Exclamó contento Zabdiel. 

El Boricua comenzó a mirar el oso con los globos detalladamente 

— ¿Te gustó?— preguntó la rubia, Zabdiel sonrió 

— Me encantó, mi amor. 

Pero fue entonces cuando la rubia le dió una bofetada mentalmente. LLevó su mirada al escritorio y fingió una sonrisa. 

— ¿Y el niño? ¿Quién es? 

Ella estaba lista para escuchar lo peor. 

— Ahh... él...— miró a la castaña que se encontraba detrás, recargada sobre la pared.— Es mi sobrino— soltó una risa nerviosa.— Se llama Omer y lo traje a..., no sé, a pasar el tiempo mientras su padre trabaja. 

Connie jadea mirando a ______.— Parece que hoy es dia de estar con sobrinos.— sonrió

Zabdiel dirige su mirada atrás de su novia y abajo de la ex- esposa de su mejor amigo, él suelta una sonrisa. 

— Ah, mira, Zabdiel.— llama la castaña— Ella es Ayla, mi hija...

El novio de Connie se acerca a la pequeña y le ofrece la mano en forma de saludo, Ayla la tomó con una sonrisa en su rostro. 























— bien tarde llegaste.— reprochó la pelinegra al castaño, Chris rodó los ojos y dejó salir un suspiro de sus labios.

— Lo sé, pero no es para que me estés regañando, Isabella.

Isa río.— No, nada de eso. — hizo una pausa— Hoy tendrás que ser el jefe de toooda está empresa y padre de familia también — habló con gracia—. Omer es un niño muy lindo...

— Tienes toda la razón, Isabella— aceptó Chris con una sonrisa, él miraba un portaretrato que tenía una foto de Omer cuando cumplía dos años. — Se me hizo el corazón muy chiquito cuando lo escuché llorar desconsoladamente, no pude aguantar...— confesó

— Te entiendo, cualquier padre haría eso.— sonrió la pelinegra.

— Por cierto, ¿Quién acabó de llegar? Logré escuchar unas risitas a lado, en la oficina de Zabdiel. — preguntó

— Ah, no tengo idea.— respondió.— Estaba ______ junto a una chica rubia y una niña

— ¿Una niña?— Isabella asintió. Chris ladeó su cabeza e ignoró — Ve y dile a Zabdiel que me pase todos los archivos del nuevo contrato con Serkan, intentaré tener mi cabeza ocupada en cosas importantes.

Isabella frunció el ceño y luego rió. — Como diga el señor Christopher Vélez.

Ella salió de la oficina de Chris y entró a la de Zabdiel, ahí estaban: Connie, ______, Ayla y por supuesto, Zabdiel.

La Última Vez Que Te Vi || C.V & TÚ || En ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora