Mi nombre es Débora, tengo 18 años y soy de México, la maravillosa Cuidad de México de la cual hoy me voy, hace un mes que me dieron los resultados de la universidad a la que solicité, y me aceptaron.
Sentía la mirada de todos, pendientes ante cualquier movimiento que hacía, los oía murmurar, mientras yo empacaba mis pocas cosas que tenía, ¿por que tenía que ser mal visto que una huérfana entrará en una universidad privilegiada? ¿que acaso tenía que quedarme sin nada? ¿acaso eso es lo que merecía? O eso era lo que ellos pensaban, si, efectivamente ellos me deseaban lo peor. Solo quería salir de ese lugar lo más rápido posible, salir y al fin sentir el aire, sentirme libre una vez más, comenzar de nuevo, y solo sería posible si salía de la Cuidad.
En cuanto guarde mi última prenda, cerré mi maleta rápidamente y emprendí mi camino hacia la salida, estaba tan cerca... Que podía sentir la ráfaga de aire entrar por la pequeña ventana de la puerta, pero ahí la escuche a ella, a Karla, la chica que por los últimos 4 años se encargaba de recordarme lo miserable que era mi vida.
-Asi que era cierto, te dejarán ir después de todo. - cerré mis ojos al escucharla, pero no mire, solo di un pequeño suspiro.
>>>Me lo merezco, estudié para esto Karla, por que no mejor te vas y me dejas en paz.
-¿Te lo mereces? - sonrió sarcásticamente - ¿Estás segura de eso Débora?
>>> Eso a ti no te importa - respondí tajante - me iré de aquí ¿no es eso lo que querías? Comenzaré desde cero; con una nueva vida y todo esto solo...
-¿Solo será un mal recuerdo? - termino por mi - Seguirás siendo una mierda, estás marcada y a donde quiera que vayas solo harás daño; tu familia se aseguro que aprendieras eso.
>>> Mi familia esta muerta... - gire para poder verla - Deja de recordarme lo miserable que es mi vida; créeme que yo sola me martirizo con eso - mi mirada subió hacia la suya - Pero cambié, lo prometo, no soy como ellos, no lo soy Karla.
Ni siquiera note que estaba caminando hacia ella.
-Deja de actuar como una maldita loca Débora - me empujo un poco, para que me alejara - Haz lo que quieras; pero te aseguro que así cambies de nacionalidad, eres Débora Miller, y siempre lo serás.
>>> Karla - lo dije, mientras seguía con la mirada fija, en sus ojos color café oscuro. - Sabes perfectamente que yo nunca he actuado.
Eso fue lo último que dije, la última conversación con esa chica insoportable, ya había pasado; solo di la media vuelta y salí del orfanato... después de 4 largos años; ahora solo me dirigía a España.
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UNA SOLA OBSESIÓN
Teen FictionCuando era pequeña, mi madre decía que el mayor error en la vida era confiar en alguien; podías hacer amigos, tener una vida normal pero jamás darle toda tu confianza a una persona, por que al final somos humanos, todos mienten ¿no es así?. Bienven...