𝑫𝒐𝒄𝒆.

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A las diez de la mañana, la tensión en la clase de química era palpable. La señorita Estella estaba a punto de anunciar a los ganadores del proyecto del volcán. Los dos equipos finalistas, incluyendo a Walker y Violet, estaban frente a la pizarra, esperando el veredicto.

Los otros finalistas, Mark y Nora, habían presentado una de las mejores erupciones, lo que los había llevado a la final. Pero frente a los genios del grado, sus posibilidades de ganar parecían escasas.

—Los ganadores de la copa son... —comenzó a hablar la profesora frente a la clase. La noticia de que el premio sería un simple trofeo no desanimó a Violet y Walker. La victoria era la victoria, después de todo. —¡Walker Scobell y Violet Jones!

La profesora hizo el anuncio y el aula estalló en aplausos. Walker y Violet no estaban sorprendidos de haber ganado; después de todo, siempre lo hacían.

Caminaron hacia el escritorio de la profesora y recibieron el premio al unísono.

Después de un breve tira y afloja, Violet se quedó con el premio. Aunque algunos compañeros de clase felicitaron a Walker, Mark no parecía tan contento con el resultado.

Violet dejó una sonrisa burlona en sus labios al tener el premio solo para ella. Disfrutó del pequeño festejo y de la victoria.

La profesora Estella había preparado algunos aperitivos para celebrar el logro. Era parte del premio por ganar el proyecto.

Todos los estudiantes pasaron al frente y comenzaron a tomar de todo un poco, distribuidos por el aula. En una esquina, Walker tomaba un sorbo de su vaso mientras Lila iba a buscar algo de comer.

Violet se acercó después de verlo solo, pidiéndole a Mia un segundo para hablar con él.

—Bien hecho, después de todo no fuiste tan inútil, rizitos de oro —Violet extendió el trofeo hacia Walker para dárselo.

Walker la miró desconcertado. Sorprendido por el cambio de actitud de Violet y por el hecho de que le estaba cediendo el trofeo.

—¿Rizitos de oro? —fue lo primero que dijo. Sonrió curiosamente, intrigado por el origen de ese apodo.

Violet se puso ligeramente pálida, apretó los dientes y tragó saliva.

—¿No lo... no lo había dicho antes? —preguntó la pelirroja, ligeramente nerviosa.

Walker sonrió y negó con la cabeza. No, Violet nunca había dicho ese apodo antes en voz alta. Pero le gustaba. Le gustaba mucho. Y, por alguna razón, también le gustaba que hubiera salido de los labios de Violet.

El rostro de Violet se volvió aún más pálido, pero trató de disimular su nerviosismo con una sonrisa forzada.

—Oh, simplemente... es un apodo que se me ocurrió ahora mismo, rizitos de oro. No tiene mucho sentido, ¿verdad? —dijo Violet, tratando de restar importancia al asunto.

—Bueno, sea como sea, voy a quedarme con esto—dijo Walker, aceptando el trofeo con gratitud.

Violet asintió, sintiéndose aliviada de que Walker no hubiera insistido sobre el apodo.

Mientras tanto, la celebración continuaba en el aula. Los compañeros de clase disfrutaban de los aperitivos y conversaban animadamente. Violet se unió a Mia y algunos otros amigos, pero no podía evitar que su mirada se desviara hacia Walker de vez en cuando.

Walker, por su parte, notó la mirada de Violet y sintió una extraña mezcla de emociones. Había algo en ella que lo atraía de una manera que no podía explicar. Desde que la conoció la odiaba, pero había algo que no lo dejaba estar lejos de ella.

𝙤𝙗𝙨𝙚𝙨𝙨𝙚𝙙 |𝘢 𝘞𝘢𝘭𝘬𝘦𝘳 𝘚𝘤𝘰𝘣𝘦𝘭𝘭 𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora