𝙤𝙗𝙨𝙚𝙨𝙨𝙚𝙙 |𝘢 𝘞𝘢𝘭𝘬𝘦𝘳 𝘚𝘤𝘰𝘣𝘦𝘭𝘭 𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤|

𝑫𝒊𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆.

Un grupo de estudiantes de segundo año esperaba ansiosamente fuera de la escuela, dispersos por todo el campo delantero cerca de la carretera, esperando el camión escolar que los llevaría al "Museo de Artes Históricas". Mia y Violet se encontraban en un rincón cercano a la profesora Sasha, quien estaría vigilando el viaje junto al profesor Roy, el profesor de educación física encargado de mantener el orden entre los estudiantes.

El profesor Roy se encargo de mantener a los estudiantes en fila y de espantar cualquier intento de desorden. Todos esperaban pacientemente durante unos minutos más, hasta que finalmente un gran autobús apareció en la esquina del camino, acelerando a toda velocidad, dando la ilusión de que no se detendría.

Sin embargo, el autobús sí se detuvo, haciendo que todo el mundo se moviera hacia adelante y se detuviera frente a la fila de estudiantes.

—¡Atención, primero las jovencitas y luego los jóvenes, chicas con chicas y chicos con chicos! —exclamó el señor Roy frente a las dos filas divididas por género.

Hubo abucheos provenientes de ambas filas, ya sea porque los chicos no podían subir primero o porque no podrían sentarse junto a sus parejas o amigos. Sin embargo, Mia y Violet estaban conformes con las reglas establecidas.

Una a una, las chicas fueron tomando asiento en el gran autobús. Mia y Violet se sentaron tres asientos antes de llegar al final, eligiendo un lugar donde había menos probabilidades de que quedaran aplastadas en caso de algún accidente.

Mia se sentó junto a la ventana, mientras que Violet ocupó el asiento del pasillo. A medida que las chicas terminaban de subir, los chicos comenzaron a entrar al autobús, emocionados y alborotados por conseguir los mejores asientos.

Walker subió al autobús junto a Aryan, caminando por el pasillo en línea recta. Aryan se adelantó y se sentó en la quinta fila, tomando la ventana y dejando a Walker junto al pasillo.

Fue en ese momento cuando sus miradas se cruzaron, y por unos segundos, sus pulsos se aceleraron sin razón aparente. Sin embargo, ambos trataron ignorar ese sentimiento, Walker tomó asiento, y Violet solo bajo la vista.

El autobús zarpó, abandonando la familiaridad del pueblo y abriéndose camino hacia la vastedad de la carretera que lleva a la ciudad.

Mia estaba inmersa en una acalorada discusión con un sujeto que estaba delante de ella, acusándolo de chistarle en algún punto del viaje. El ruido de su disputa se había apoderado del autobús, atrayendo la atención de todos los pasajeros. En medio de este caos, Violet, en su asiento, se encogió, convirtiéndose en una pequeña bola.

El hecho de que todos detuvieran lo que estaban haciendo para observar la escena significaba que también notarían su presencia.

—¡Basta ya! —gritó Mia, su voz resonando en el silencio que había caído sobre el autobús. Todos los ojos se volvieron hacia ella, incluyendo los de Violet, que se abrió con sorpresa.

Mia se volvió hacia los pasajeros, sus ojos brillantes de ira y frustración.

—¿Podemos continuar con nuestro viaje en paz ahora? —preguntó, su voz llena de desafío. Nadie respondió, pero el silencio fue suficiente respuesta.

Violet, aliviada, se recostó en su asiento, sintiendo cómo la tensión comenzaba a disiparse.

—Vaya día... —murmuró para sí misma, permitiéndose una pequeña sonrisa. A pesar del incidente, no pudo evitar pensar que este viaje estaba resultando ser bastante gracioso. Tanto que la presencia de Walker se le había olvidado por un instante.