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Tras conversar un poco con el equipo sobre las imágenes que tenían planeadas utilizar y los lugares en los que posiblemente acabarían -en su mayoría posters y publicidades online-, decidieron que ya estaban listos para terminar con las pocas tareas que quedaba para ese trabajo, así que dejaron que Kazumi fuera la primera en irse al no tener razón para quedarse.

La menor les agradeció por su esfuerzo y el buen trato que le dieron, y luego de desearles una tranquila noche se fue.

Apenas llegó al hall, buscó a Kenma y no tardó en encontrarlo. En especial porque el peculiar tono de su cabello lo hacía resaltar entre la multitud.

-¿Nos vamos?-Preguntó colocandose frente a él, quien apenas oyó su voz guardó sus cosas y se levantó.

-Oke-.

Sus palabras quedaron perdidas en el aire tras ver los pequeños cambios que le habían hecho.

Un poco de maquillaje que resaltaba sus facciones y le daban una imagen más juvenil. Una media coleta que iba a juego con el conjunto de ropa deportiva, que él asumía le habían regalado.

No era algo fuera de lo normal, cosa que le causaba mayor confusión sentimental pues ¿Cómo hacía para verse tan bonita en ropa casual?

Kazumi comenzó a moverse de un lado a otro, nerviosa por la mirada fija puesta sobre ella.

-¿Tengo un piojo o algo así?-Preguntó en broma, tratando de tapar su vergüenza.

-No, es solo que...

Kenma volvió a dejar su oración sin terminar y caminó hacía ella, acortando la distancia entre ambos. Pasó tan rápido que la chica no tuvo tiempo para reaccionar, solo podía liberar los insectos que habitaban en su estómago y se les recordaba su existencia cada vez que él se acercaba.

Una revolución se desató dentro suyo cuando las manos del chico pasaron por encima de sus hombros, sin saber que otra cosa esperar.

Y aunque no tenía idea de lo que pasaría, jamás se imaginaria que él le colocaría su capucha y jalaria de las tiras para cerrarla.

-¡Hey!-Exclamó molesta.

-Te lo buscaste-Se excusó tomando su bolso y el de ella para comenzar a dirigirse hacia la salida.

-¿Cómo? ¿Qué hice?-Cuestionó aún enfadada, y vale sumar avergonzada, Kazumi alcanzando su paso después de quitarse el gorro.

-No puedes verte así, vas a causarme una arritmia-Balbuceó sin atreverse a desviar su mirada del frente.

La chica solo pudo capturar un par de palabras pero juntas no le hacían sentido, por lo que dio por perdida la oración y acabo ignorandola.

-¿Tienes alguna idea de a donde vamos?

Habían caminado varias manzanas en poco tiempo, pero nunca acordaron un lugar al cual ir.

-Yo te estaba siguiendo-Admitió Kenma, finalmente mirándola a la cara.

La rubia pensó en algo para hacer, viéndolo como el momento oportuno para mover las fichas de su jugada.

-Podríamos ir a comer algo. Y como me acompañaste hasta aquí, yo invito -Propuso aprovechando la zona, pues habían muchas opciones de restaurantes, y el hecho de que tenía demasiada hambre.

-Esta bien-Aceptó sin pensarlo mucho.

En primer lugar, quería ir con ella. Segundo, porque también se moría de hambre.

Fue así que decidieron ir a comer al primer lugar que encontraran disponible, sin importar la comida que vendieran.

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lover of mine | kozume kenma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora