Aquel viernes fue uno de los más largos en la historia de vida de aquellos adolescentes de segundo año.
El día anterior, ese donde quisieron ser lo más "directos" e "intuitivos" posible, ninguno se percató de que deberían cruzarse en la escuela a la mañana siguiente.
No sólo eso, sino que su profesor parecía hacer lo posible para que se quedarán solos.
Desde el enviarlos a llevar algo a la oficina del director, a pesar de que ambos delegados de la clase estaban presentes; una actividad en dúos durante la clase con el compañero que tuvieran más cerca; limpieza de salón a cargo de los apellidos que comiencen con la letra K.
Toda situación donde estaban obligados a verse las caras las habían vivido en tan solo ocho horas. Tiempo en el cual ninguno dijo nada, lo que volvía todo aún mas avergonzante.
El timbre final indicó el término de su tortura, ambos soltando un suspiro de alivio al oírlo.
El varón fue el primero en salir, tomando sus cosas rápido y prácticamente corriendo hacía el gimnasio.
Jamás estuvo tan feliz de tener que prácticar.
Por su lado la rubia se dirigió a la biblioteca, esperando poder distraer su cerebro con algunos ejercicios matemáticos.
Pero para desgracia de ambos ninguna de sus actividades estaban saliendo bien. Las hojas de Kazumi casi se rompen de tanto borrar cuentas, mientras que Kenma seguía perdiendo la pelota cada vez que le llegaba.
-¡Bien! Tomemos un pequeño descanso-Dijo el entrenador con un aplauso, obteniendo un "Okey" de parte del equipo.
Nuestro protagonista de ojos dorados tomó su botella de agua y se sentó a un costado de la cancha, frustrado por su pobre rendimiento.
-¿Estás bien?-Preguntó Kuroo sentándose a su lado.
-Si-Se limitó a responder, tomando un largo sorbo de agua.
¿Era verdad? No lo sabía sabía exactitud.
Tenía un buen presentimiento sobre la manera en la que acabaría el día. De todas formas, no podía evitar sentir miedo.
La mejor descripción que se podría dar es a través de una comparación con un parque de diversiones.
Estas haciendo la fila para una atracción, la montaña rusa más alta del lugar; y a medida que la gente avanza te vas dando cuenta que esta por llegar tu turno de subir. La mezcla de adrenalina, euforia, temor y felicidad (claro, siempre y cuando no te den miedo).
Era esa misma emoción que nuestros protagonistas venían experimentando, y el paso lento del tiempo no ayudaba.
-Kenma ¿Estás bien?
Lev, incapaz de leer la expresión de Kenma que claramente dejaba saber que no estaba en ánimos de hablar, le hizo una pregunta que nacía de la honesta preocupación hacia él.
Repito, su único error fue hacerla en ese momento.
-¡¿Acaso alguien no puede tener un mal día?! ¡¿Es tan raro que haya perdido tan solo un par de pases?!
Kuro rápidamente colocó una de sus manos sobre el hombro de su amigo, tratando de calmarlo. Luego sacó de un de sus bolsillos una barra de proteína para dársela.
-Estas tan nervioso que no comiste hoy-Comentó sacudiendo el polvo de su pantalón tras levantarse del piso-Disfruta el snack y estira, tan solo nos quedan veinte minutos para terminar.
El capitán le hizo una seña a Lev para que siguiera, queriendo cumplir el deseo del armador de estar solo un rato.
Él mordió con violencia un pedazo de la barra y cerró los ojos en un intento de relajarse.
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lover of mine | kozume kenma
Fanfiction. . . . . . . •{ ☁️ }• . . . . . . . . Todos hemos oído hablar de las almas gemelas. Dos personas que están destinadas a estar juntas. No importa que tan alejadas estén, existe una fuerza externa que se va a encargar de unirlas. E...