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— ¿Cómo te llamas?

Am, Jungkook —dijo con ternura el pequeño, mirando las manos tomadas entre el niño y la niña.

Yeobo, ¿lo adoptamos?, parece un conejito.

— No me parece mala idea —asintió en afirmación— desde ahora serás nuestro mejor amigo —estiró la mano en dirección al niño y apenas la tomaron salieron corriendo a jugar los tres.


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— Han —moví su cuerpo para que reaccione.

A él le dolió mucho aquella relación, tanto como a mí, pero para él creo que fue aún peor, me confesó en un estado de ebriedad que nunca se esperaba esa traición del que creía su mejor amigo.

Si bien hace años no se veían, por qué tomaron destinos diferentes, Hannie nunca creyó que Jungkook olvida tan rápido quienes eran su familia por elección.

A mí me dolía el corazón verlo devastado, y me dolía también que de quién me había enamorado nunca me viera con ojos de mejor amigo.

Mi teléfono vuelve a sonar, miré la pantalla y ahí estaba su nombre, al oír mi ringtone camino hasta nosotros.

— Por favor no hagas nada —le murmuró a Ji Sung y el respira profundo.

— ¿Qué te pasó?

— ¡Nada! —respondió cólico Han.

— Lo siento Jeon, derrame el café  y todo lo demás —metí la mano a la bolsa— solo se salvaron las botellas de agua.

— No te preguntaba por eso, ¿Te quemaste? —se inclinó a mí y separó mi pantalón claro que se había tintado con el café

— No fue nada —dije nerviosa.

— Vamos, tengo ropa en el camerino, te daré algo para que te cambies —agarro mi mano queriendo llevarme.

— Ah! —me queje al sentir mi otra muñeca ser sostenida con fuerza, Hannie impedía que me fuera.

— Yo le daré ropa —dijo.

— Estamos más cerca de mi camerino.

— Pero debe ayudarme a escoger ropa nueva.

— ¿Y porque ella tendría que hacer eso? —pregunto con molestia— Ya no son los niños de siete años para que jueguen a la mamá y al papá —dio un paso hacia nosotros.

— ¿Quién dijo que estábamos jugando? —dio un paso acercándose y dejándome entre ellos.

Otra vez el juego de la testosterona, solté un suspiro agotador. Así me he sentido desde que su rivalidad comenzó.

— Creí que estabas enamorado de Lisa.

— ¿Por eso saliste con ella? —dió una sonrisa ladina— Y si te digo que ahora quiero salir con mi mejor amiga, por qué siento por ella, ¿También te meterás entre nosotros?

Mire a Han atontada… ¿qué carajos acaba de decir?

— ¿Es cierto? —mire a Kook

— Claro, Muriel me conoce y yo a ella, mis padres siempre me han dicho que seríamos la pareja perfecta.

— ¡Ya! —grite y ambos saltaron del susto— Mocosos, que no se les olvide quien es la mayor, vayan a sus camerinos y … prepárense —camine hacía el lado de Jk, luego al de Han.

Pero antes de finalmente alejarme de ellos, Hannie toma mi cuerpo sobre su hombro y me lleva en dirección desconocida debido a la manera en que me lleva.

Para cuándo me bajó, ya estábamos en la habitación que les asignaron como grupo

— Ayúdame —dijo y me apunto la ropa.

Rodeé mis ojos y le escogí algo a mi gusto, luego, él escogió algo para mí.

— Después del programa vamos a beber.

— Si me invitas carne nacional, cerdo.

— Hecho —dijo y a la vez salimos de detrás de las cortinas dónde nos cambiamos ropa— Waaa, en qué momento te hiciste mujer —le di un golpe en su cabeza.

Se ve lindo, no lo puedo negar, ¿Recuerdan que les dije que con Bangtan no era nada?, no pasa igual con Stray Kids, ellos en serio me tratan como su Noona, aunque muchos son mayores a mí, me hacen sentir bien, y me protegen cada que salimos, y no les importa si hay fotos juntos, ellos dejan en claro que soy parte del círculo de su amistad.

— Debo irme, hace un rato me están llamando, me van a regañar —abrí la puerta y Kook estaba apoyado en la pared de enfrente.

— Yo te llevaré, que sepan que fue mi culpa, yo te distraje —dijo Han abrazándome y haciendo que camine.

Esto de las manos tomadas, y los abrazos, o besos en la mejilla es natural entre nosotros, siempre fuimos así, por eso nuestros padres siempre dijeron que hacíamos linda pareja.

Quise mirar a Kook hasta atrás, pero el idiota a mi lado me hizo una llave y se ganó un golpe en su abdomen, que por lo demás, está más duro y marcado que cuando éramos unos simples adolescentes.

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VerSus       -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora