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- Buenos días Señora Min

- Bien día Ji Sung, ¿vienes a ver a Muriel?

- Sí, ¿está en su cuarto?

- Desde ayer en la tarde, no quiso cenar, y hoy no quiso desayunar.

- ¿Está enferma? -pregunto preocupado.

- Creo que es más un corazón roto.

- ¿Qué?

- Jungkook la visito ayer.

- ¿Jeon vino?

- Le contó que ya no podría venir a verla tan seguido, su carrera está encrechendo y no puede salir tanto de casa, si se ausenta en venir a ver a sus padre, también se ausentará en venir a verla a ella.

- Espere, ¿desde cuándo Jungkook viene a ver a Muriel?

- Desde que comenzaste a salir con AeRa -la.señora siguió cocinando- eso también fue un golpe duro, se quejaba que su mejor amigo se había olvidado de ella, y se acercó más a Jungkook, ahora, el también la dejara de lado.

- Mamá voy a ... -cruzaron miradas.

- Cariño, Ji Sung viene a...

- Recordaste que tienes una amiga -le reclamo

- ¿Estás así porque te oculte que salgo con AeRa o porque Jungkook ya no podrá venir a verte? -la chica miro con molestia a su madre, un nudo se formó en su garganta y sus ojos no demoraron en humedecerse.

- ¿Entonces si sales con ella? -pregunto con la voz quebrada- voy a volver a mi cuarto.

- Muriel debes comer -le grito cuando ella ya se iba

- Permiso -dijo Han persiguiendo la, hasta entrometerse en su cuarto sin su permiso- ¿Cuál es tu problema?

- ¿Por qué con ella?, ¿Por qué no con otra, por qué con ella?

- Que tú y ella hayan tenido problemas en la niñez no es mi problema, Muriel -grito.

- Ella no te conviene, Yeobo.

- No me digas así, ahora tengo novia -las palabras rompieron el corazón de Muriel y esta vez, no evito que sus lágrimas se deslizaran por sus mejillas.

- Osea que si ella te prohíbe verme ¿también será así?

- Solo si intervienes entre nosotros.

- Han Ji Sung -reclamo

- Cuando tú tengas novio también sentirás lo mismo Muriel, no es mi culpa que ningún chico se haya fijado en ti todo este tiempo -Muriel bufo con molestia, y de la misma manera se limpió las lágrimas.

- Sal de mi cuarto.

- Yo, no quise decir eso -murmuro intentando acercarse.

- Que te vayas, ahora -grito colica- y no te preocupes, yo no intervendre entre ustedes.

- Muriel -dijo su madre abriendo la puerta- llegó la carta de la universidad de Seúl

Muriel tomo el sobre bajo la mirada de ambos, abrió y leyó en silencio.

- ¿Y bien?

- Me aceptaron -dijo sin ánimos- Yupi -susurro entre lágrimas.

Cuando ambos postularon a la universidad, se prometieron ir a vivir juntos cuando los aceptarán, pero, ahora Han tendría una novia, y su relación de amistad, pendía de un hilo.

VerSus       -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora