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— ¡Felicidades! —gritó mamá y papá en nuestra ceremonia de graduación.

A mi lado estaba Han para la fotografía y nuestros padres se veían muy sonrientes.

— ¿Qué les pasa? —pregunté entre dientes y en susurro

— Ni idea —respondió de la misma forma.

— Muriel, ¿nos sacamos una fotografía? —Jung Kook llegó a nuestro lado, traía consigo un ramo de flores.

El también se gradúa, es de mi edad, solo que yo nací a finales de Agosto y él, a principios de Septiembre. Hannie era el más pequeño de los tres.

— Una foto de los tres —dijo mi madre a lo que Han sostuvo mi hombro y me pegó a su cuerpo con fuerza.

— No seas posesivo Han, creí que ese era yo —dijo entre dientes Kook posando a la cámara.

— Es mi amiga de mucho antes, tiene más confianza conmigo que contigo —comenzaron a discutir frente a nuestros padres

— ¿En serio? —sonrío— cuando éramos pequeños nos besamos —respondió viendo a Hannie

— ¿Qué? —exclamé atontada.

— Jugábamos a la mamá y el papá —contraatacó el otro.

— ¡Ya! —dije en dirección al menor y antes que Kook dijera algo lo interrumpí— Te bese porque era una obra de teatro ese beso no significó nada —le advertí a Kook— y tú, tú…

— Ya ves, tiene preferencias —le dijo y Jeon tenso su cuerpo.

— Son para tí —musito acercando el ramo de flores en mi dirección, cuando lo tomé él se alejó de nosotros y me sentí mal por él, me gusta, pero su pelea de testosterona me estresa.


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— ¿Dónde vamos?

— A mi casa, tengo la impresión que Ji Sung se aparecerá en tu departamento, más si no le contestas el teléfono.

— Habíamos quedado de ir a comer, debe estar esperándome.

— ¿Quieres ir?, puedo ir a dejarte con él, si quieres.

— Está bien, necesito descansar, y la pierna me duele mucho.

— Ya escuchaste al doctor, reposo y trata de no caminar para que la pierna no se fuerce.

— Fui muy descuidada, y hoy que quería beber —me queje por qué no podría debido a las píldoras que debía tomar.

— Puedes tomar el medicamento mañana, está noche aprovecha de celebrarme, ganamos los countdown.

— Ustedes siempre ganan los countdown, no sé cómo no se aburren.

— Mientras yo esté en el grupo no perderemos.

— Que arrogante.

— Envidiosa —levante mi puño y se contrajo entre risas.

— Hablando en serio —dijo aclarando su garganta— ¿En serio están juntos?

Lo pensé, analicé y no medi las consecuencias.

— Llevamos solo unas semanas, nuestros padres hicieron una cita y, como él dijo, somos amigos hace mucho, debíamos intentarlo.

— El, ¿te gusta?

— Si no me gustará no estaría con él —respondí con una sonrisa falsa.

¿Por qué mentí con esto?



¿Por qué mentí con esto?

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