No vuelvas a dejarme solo otra vez. [ 𝙈𝙪𝙯𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤 ]

XXIV

- eres hermosa mi pequeña hija. — expresó la omega, besando delicadamente la pequeña cabeza de la bebé.

Por un lado, Shinobu miraba una hermosa escena, era muy tierno y adorable, era lindo poder tener una pequeña familia y contemplar a una madre que ame a su hijo o hija, sin importar cuanto haya sufrido, en fin. Era una escena demasiada hermosa para sus ojos.

Podía ver cómo la bebé dormía  plácidamente en los brazos de su madre, en verdad era una hermosa niña.

Pero también se le venían a la cabeza, pensamientos de aquellos omegas que no pueden estar junto a sus hijos o no pueden tener a un bebé de su propia sangre.

Teniendo en cuenta a Tanjiro.

- te dejo por un momento. — hablo Shinobu. - debo de estar al pendiente de Tanjiro también.

- claro. — respondió Daki, sin ningún tipo de interés a lo que decía la alfa. Pues lo único que le interesaba era su hija.

Shinobu accedió, tomando algunas cosas importantes, que le servirían para atender a Tanjiro, dirigiéndose a la puerta la cuál estaba cerrada, pero con delicadeza tomó la manija, sin hacer tanto ruido, para no despertar a la bebé que aún seguía dormida, ya estando afuera, volvió a cerrar la puerta sin ningún problema. Dejando sola a Daki y a su hermosa bebé.

Con pasos apurados, se dirigió hacia la habitación en donde se encontraba Tanjiro, estaba algo agitada, no sabía el porque, pero sentía que algo malo iba a ocurrir.

Dio algunos pequeños golpes a la puerta, dando a entender de que ella entraría a la habitación. Con las manos temblorosas tomó la manija de la puerta con algo de prisa, sintiendo cómo su mano resbalaba por el sudor, en verdad era extraño.

No le dio más importancia a lo que estaba ocurriendo, abriendo la puerta algo preocupada y asustada, pero al entrar solo pudo notar a Muzan durmiendo en un sillón, agarrando la mano de Tanjiro quién a un seguía durmiendo, era como si ambos estubieran despiertos. Y no quisieran soltarse.

Al ver eso, se pudo tranquilizar un poco, el miedo y la preocupación que sentía hace un momento, se habían esfumado, pero no del todo. Cerrando la puerta con delicadeza, sin hacer ningún tipo de ruido que podría despertar a Tanjiro, con pasos suaves y lentos, se fue acercando a ambos chicos, asegurándose de no despertarlos.

Al estar cerca de Tanjiro, dejó sus cosas en una de las mesitas que se encontraban al lado derecho de Muzan.  Pasando su mirada por el rostro del alfa, quien aún seguía dormido, a ser sincera, Muzan en verdad era muy atractivo. Aunque ella no lo admitiera.

Shinobu soltó una sonrisa, se sentía avergonzada por estar viendo a Muzan, a pesar de que ella también sea alfa, no le tomó más importancia, dejando un lado al alfa que aún seguía dormido, ya estando concentrada, acercó su mano hasta el rostro de Tanjiro, ya que necesitaba saber si tenía fiebre o algún otro tipo de malestar.