XIV

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Habían pasado tres meses, como siempre Muzan llegaba a ver a Tanjiro por las noches pues era el unico tiempo que tenía para poder verlo

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Habían pasado tres meses, como siempre Muzan llegaba a ver a Tanjiro por las noches pues era el unico tiempo que tenía para poder verlo.

A Tanjiro no le importaba mucho que el llegará a verlo pero sentía la necesidad de estar junto a Muzan, eso le causaba miedo pero su omega interior se sentía muy triste cuando el alfa no llegaba a verlo.

En esos últimos meses se había sentido más cansado, con más hambre pero después de unos minutos vomitaba todo lo que consumía, se sentía con demasiados mareos pero nunca se ha desmayado, también el dolor en su vientre era demasiado pero no era tan doloroso pues había sentido peores dolores, lo único que podía hacer era orar a los Dioses que no estubiera embarazado, aunque también se sentía solo cuando nadie estaba con el, pero tampoco quería que entrarán a su habitación sin permiso.

Cuando se sentía solo lo único que podía hacer era relajarse con el aroma de Muzan pues este cada vez que llegaba a verlo olvidaba su chaleco o alguna otra pertenencia de el, algo que Tanjiro podía agarrar y tranquilizarse.

Siempre estaba despierto para saber en qué momento Muzan llegaría para esconder toda la ropa y no ponerse nervioso o asustado. Aunque ya llevaba un mes entero que Muzan ni siquiera venía a saludarlo al igual que sus amigos ellos también habían estado muy distanciados con el, solo llegaban a tocar la puerta la cuál habría velozmente ya que al instante ninguno aparecía enfrente de la puerta solo se encontraba con la comida en una bandeja que podía agarrar y comer.

Y así eran todos sus días, los mismos como siempre, sin nadie con quien hablar, se aburria demasiado rápido, y para no aburrirse limpiaba la habitación, jugaba con las mantas o algún otro objeto, siempre se bañaba para poder estar limpio, o hacía otras cosas que lo mantuvieran distraído pero la soledad era inmensa.

En el momento que estaba viendo toda la habitación supo que estaba más que solo, así que decidió acomodarse mejor ya que nadie venía a verlo. Agarró toda la ropa que el alfa siempre dejaba, colocando delicadamente al rededor de la cama formando un pequeño círculo, también soltaba sus feromonas para que el aroma de Muzan se revolviera con la de el, hasta llegar con la ultima prenda la cuál colocaba en medio del círculo.

Se sorprendió un poco por lo que había hecho pero no le dio tanta importancia solo quería sentirse protegido o relajado y que la soledad no lo volviera loco, acomodaba todo para que pudiera dormir dentro del pequeño nido que había hecho, después de que quedará satisfecho decidió subir a la cama entrando al pequeño círculo, al estar adentro podía sentirse mucho mejor, era como si Muzan estuviera junto a él, eso era algo que lo alegraba, aunque todo lo que estaba pasando era la culpa del alfa o eso se decía así mismo.

Si no lo hubiera violado y marcado como su omega nada de eso estubiera pasado en este momento, pero no podía regresar el tiempo, solo podía seguir pensando en sus amigos, en su libertad, aunque eso ya estaba más que decidido que nunca saldría de ese lugar.

No vuelvas a dejarme solo otra vez. [ 𝙈𝙪𝙯𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora