Tanjiro había dado la vida a dos hermosos hijos. Y ella sabía que Jotaro y Takeshi la perdonarían, ya que tenían el mismo corazón que Tanjiro.-los quiero. —hablo Daki, abrazando de igual manera a los gemelos.
-y nosotros a ti.
Daki sentía un fuerte dolor en su corazón, tanto daño que le hizo pasar a un omega, que ni siquiera era culpable de las decisiones malas que Muzan tomo. Solo fue un chico que fue secuestrado en contra de su voluntad, un chico de buen corazón y un chico con la fuerza necesaria para soportar todo lo malo, por tanto tiempo. Fue alguien tan fuerte por fuera, pero un chico tan delicado y amoroso por dentro.
Fue tan cruel, que para nada sirvió que lo fuera.
Daki se separó de los brazos de Jotaro y Takeshi, limpio sus lágrimas, mirando al frente, la brisa fresca y agradable que recorría por todo el lugar, la hacian sentir relajada. Un ambiente increíble, aunque no todo fuera como ella quisiera, lo mejor era dejar todo el pasado atrás y comenzar desde cero.
Y lo primero que haría sería perdonarse con Tanjiro.
-vamos a casa. —comentó, tomando de las manos a los gemelos y a su hija.
Los chicos no soltaron ningúna palabra de lo ocurrido, solo observaron con silencio a Daki, caminando junto a ella y su hermana. Esperando que puedan llegar lo más antes posible a casa.
Un amor, pasión y sentimientos hermosos que Tanjiro y Muzan dejaban ver. Dos corazones unidos, un solo camino al cuál recorrer e ir juntos.
Muzan con delicadeza, acariciaba el cabello suave de Tanjiro, teniendo al omega sobre sus piernas, olfateaba el dulce aroma a chocolate y fresas que emergía de Tanjiro, soltando de igual forma, sus feromonas.
Muzan había traído a Tanjiro a su casa, quería que su omega se fuera acostumbrando a su nuevo hogar.
-¿te sientes bien? ¿Que te parece la casa? —pregunto.
-es un lugar tranquilo, y la casa es muy grande. —respondió, separándose de Muzan, para poder dar la vuelta y tener a su alfa frente a él. -me gusta.
Muzan sonrió malicioso, pasando su mano por los labios de Tanjiro, mientras con la otra acariciaba el cuerpo del omega. Tanjiro abrazo con fuerza al alfa, sintiendo como los fuertes brazos de Muzan lo rodeaban.
Ya no quería volver a estar lejos de su alfa, ni de sus hijos. No dejaría está vida otra vez.
-te amo. —hablo, mientras acariciaba la cabeza de Tanjiro. -y quiero que te sientas cómodo conmigo.
Tanjiro soltó al alfa, para luego tomar el rostro de Muzan y comenzar a besarlo desesperado. Muzan estaba sorprendido por el acto del omega, nunca pensó que Tanjiro lo besaría primero.
-esa es mi respuesta, si quiero estar contigo.
En un movimiento rápido, Muzan tomo la cintura del omega, dejandolo debajo de el, besando y olfateando el cuello del omega, como si buscara algo. Hasta que lo encontró.
-déjame marcarte de nuevo. —pidió.
-en está y en otra vida te dejaría marcarme como tu omega. —respondió.
El alfa dio un beso en la frente, comenzando a quitar la ropa que Tanjiro traía, con delicadeza pasaba sus labios por el pecho del omega, besando y chupando los pezones rojos e hinchados, mordía con suavidad uno de los pezones, mientras el otro pezon era masajeado.
El rostro de Tanjiro estaba completamente rojo, limitándose a no gemir, pero Muzan no era tonto, mordió con fuerza el pezón del omega, haciendo que Tanjiro gritara.
-no ocultes tus gemidos. —ordenó.
El alfa bajo hasta abajo, quitando el pantalón que Tanjiro llevaba puesto, dejando libre el paso. Bajo la ropa interior del omega, dejando ver el miembro erecto de Tanjiro, comenzando a chupar la punta del miembro, Tanjiro arqueo su espalda, sintiendo la boca húmeda y caliente del alfa.
Muzan metió todo el miembro del omega en su boca, a lo cual Tanjiro se corrió de inmediato.
-¡ahh!
El alfa trago todo el seme, levantando la vista, viendo a su omega avergonzado por lo ocurrido.
-perdón. —se disculpó Tanjiro.
-no te preocupes mi flor, ahora es mi turno.
Muzan se quito todo lo que traía puesto, dejando a la vista su cuerpo muy bien trabajado. Levantó a Tanjiro del sofá, mientras se besaban apasionadamente, Muzan entró a una habitación dejando a Tanjiro en la cama.
Posicionó a Tanjiro debajo de el, frotando su miembro con la entrada del omega.
-¿puedo? —pidió.
-solo metelo.
Muzan sonrió, entrando con delicadeza en el interior de su omega, Tanjiro dejo escapar un gemido agudo, a lo cuál Muzan se detuvo, esperando que el omega se acostumbrara a la longitud de su miembro, hasta sentir que Tanjiro se movía pidiendo más.
Comenzando a dar embestidas fuertes, la habitación llena de feromonas de la pareja, un aura cálido, un momento de pasión y amor.
Era fantástico.
Los gemidos de Tanjiro, era fuertes y placenteros para Muzan, le encantaba escuchar a su omega gritar su nombre, mientras pedia más.
Un momento apasionado, una noche hermosa de luna, una pareja, una sola vida.
Ambos se besaban como si fuera el fin del mundo o que jamás se volverían a ver, pero solo ellos sabían lo que tuvieron que esperar para este momento.
Muzan abrazo a su omega, buscando el lugar indicado, daba embestidas mucho más rápidas y fuertes, para luego morder el cuello de Tanjiro.
-Ahh! —gritó con fuerza el omega.
Una marca, dos almas unidas para siempre.
-Te amo.
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No vuelvas a dejarme solo otra vez. [ 𝙈𝙪𝙯𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤]
De Todoᨏᨐᨓ 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒑𝒄𝒊𝒐́𝒏 ᨓᨐᨏ Tanjiro Kamado es un Omega demasiado joven y hermoso, pero una simple acción, provocará que conozca a Muzan, el Rey de los demonios, algo que cambiará su vida para siempre. ¿Pero, podrá ser feliz? Comenzando así un l...