No vuelvas a dejarme solo otra vez. [ 𝙈𝙪𝙯𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤 ]

Final, de la primera temporada.

"Y moriré dejando lo mejor de mi"

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Tanjiro despertó poco después, viendo todo borroso, se sentía muy adolorido y cansado, pero al instante sintió como alguien lo abrazaba con fuerza.

- ¡agh!

Muzan que al instante escucho, el quejido de dolor de su Omega, no dudó ni un segundo mas, para soltarlo.

- tranquilo, todo estará bien. - habló Muzan, acariciando la mejilla de Tanjiro, mientras le sostenía la mano sin soltarlo.

Tanjiro se sentía protegido y feliz, por haber podido despertar y ver a Muzan de nuevo, a pesar de todo seguía a su lado. Pero el dolor lo estaba consumiendo.

Aunque no le importara cuanto dolor sintiera, no iba a morir, sin al menos ver a sus bebés y despedirse de su alfa.

Por dentro el podía sentir que en cualquier momento dejaría de respirar, su respiración no estaba nada estable, pero eso no lo iba a detener, con la poca fuerza que tenía, decidió hablar, sin importar cuanto le doliera.

- Mu~Muzan - con dificultad pudo decir el nombre de su alfa.

Muzan ya no quería ver de esa forma a su Omega, ya no podía, ya era suficiente dolor para Tanjiro, pero el sabía muy bien, lo que deseaba su Omega.

- ya no hables.

Hablo Muzan, callando a su Omega, con un dulce y suave beso en los labios, Tanjiro se había sorprendido por lo que Muzan hizo, pero lo aceptó con mucho amor, aunque quisiera abrazarlo y besarlo aún más fuerte, no podía, su cuerpo se sentía pesado.

El alfa se separó de Tanjiro, dejando un beso en la frente de su Omega, para luego acercarse hasta una cuna de madera, la cuna era hermosa y estaba muy decorada, ese era el regalo de los mejores amigos de Tanjiro. Por lo cuál los bebés se encontraban ahí.

Muzan agarró al pequeño, con el mayor cuidado, mientras lo acurrucaba entre sus brazos, no quería despertar a sus hijos. Dando pasos ligeros y suaves, Muzan se acercó hasta Tanjiro, quien aún seguía recostado.

El alfa puso con cuidado al bebé en la cama, dejándolo junto a Tanjiro, mientras el iba por su segundo bebé. Luego Muzan acomodo a Tanjiro, para que pudiera observar lo hermosos que eran sus hijos.

Tanjiro al ver a sus hijos, pudo sentir un gran vacío en su corazón, sabia que dejaría a dos pequeños bebés, sin el amor de la persona que les dio vida. Y eso dolía.

Pero estaba feliz, feliz por haber podido dar a luz a sus hijos, por fin, después de tanto tiempo, ya podía descansar en paz. Aunque deseara tanto quedarse junto a su familia, no podía.

Tanjiro observaba con mucha atención a sus dos hermosos gemelos, sin quitar en ningún momento la vista, quería disfrutar cada segundo que le quedará de vida. Ya que no soportaría por mucho tiempo.