𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 11 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖘𝖊𝖌𝖚𝖓𝖉𝖆 𝖙𝖊𝖒𝖕𝖔𝖗𝖆𝖉𝖆.

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-Y lo hiciste exelente, ahora Tanjiro estará conmigo para siempre...

Daki no soltó ninguna palabra sobre lo que Muzan dijo

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Daki no soltó ninguna palabra sobre lo que Muzan dijo. Vio de pies a cabeza al alfa, pensando que alguna vez, ella estuvo enamorada de un total monstruo. Jamás cambiaría alguien que ni sentimientos tenía y solo pensaba en si mismo.

Un Alfa dominante, Rey de los demonios, un demonio cruel y despiadado, ni siquiera podía decir nada bueno sobre Muzan, nunca fue un humano, jamás sintió piedad por alguien. El es un monstruo y siempre lo será.

Daki nunca llegó a pensar que Muzan sería capaz de amenazarla, una amenaza que no importaba si solo era para ella, pero no era necesario entrometer a su hija, aunque era de esperarse, Muzan siempre seguirá siendo un demonio sin alma, sin corazón y despiadado, nada cambio en el, pasó cuarentena años lejos de Tanjiro, pero siguió siendo el mismo Muzan Kibutsuji.

A pesar de eso, Daki estaba aún más relajada, al menos su vida ya no dependía de una maldita flor, que Muzan tenía protegida por Akaza y Douma, esa flor era su única esperanza de vida y Muzan lo sabía. Desde el primer día que Tanjiro volvió, Muzan cambio de personalidad totalmente.

Era alguien diferente, pero con la misma maldad por dentro.

La obligó a tratar mal a Tanjiro, solo para que Muzan quedará bien ante el Omega, Daki sabía que desde el primer día que Tanjiro llegó a la oficina de Muzan, una maldición caía sobre ese pobre Omega. Ella jamás dejo de obedecer a Muzan, no era por el miedo a morir así de fácil, era el miedo a perder a su hija.

Así que nunca dejo de hacer todo lo que Muzan le pedía hacer. Así teniendo que hacer enojar a Tanjiro, mostrándose como la mala de esta historia, otra vez. Y aceptaba su error de antes, aceptaba que fue cruel con Tanjiro y que ella provoco la muerte de un Omega que ni culpa tenía de las malas decisiones de Muzan. Pero su egoísmo y envidia fue mucho más fuerte que ella.

Pero jamás logró descansar, pensaba que fue tan cruel con Tanjiro, que cada día al despertar y ver a los gemelos, jugando y sonriendo le hacían recordar a Tanjiro, eso la atormentaba todos los días. Sus pensamientos eran demasiados que los únicos que la animaban eran Jotaro Takeshi y su bella hija, Daiki. Pero desde el día que vio a Tanjiro en la oficina de Muzan, la hizo sentir tan feliz, ya que al menos podría disculparse o al menos eso pensaba...

Ya que ese mismo día, fue llamada por Muzan, a primera vista, Muzan se veía normal, pero al estar totalmente cerca a el, fue todo lo contrario. Ese día fue tan aterrador que jamás podría olvidar las palabras de Muzan.

-O haces lo que te ordenó o tú y Daiki pagaran las consecuencias.

Daki no tuvo otra opción y solo accedió a su destino. En fín, Muzan había inyectado un veneno letal en ella, que en cualquier momento que el deseará podría acabar con su vida y luego seguiría Daiki. Su hermosa hija.

Muzan trataba bien a Tanjiro, teniendo en mente que el Omega solo recordará hermosos momentos que ambos hayan disfrutado juntos. Así que lo mejor era darle una versión buena de el y no su versión malvada. Muzan no quería que Tanjiro se recordará de los golpes, los maltratos, todo lo malo que sufrió, ya que una obsesión hacía el Omega se había creado.

Y dejarlo ir, ya no era tan fácil.

Y así fue, Tanjiro ya había recordado los hermosos momentos junto a Muzan, pero no las horribles escenas que tuvo que soportar, Muzan siempre se salía con la suya, así sea tener a Tanjiro de su lado a la fuerza. Y Tanjiro jamás se dará cuenta que su pareja es un total monstruo.

-Vamos a casa. —pidió Daki, mirando a Muzan, que veía todo el lugar.

-Si, vamos.

Muzan se dirigió a su auto, esperando que Daki entrará, hasta que al fín entró, como siempre el transcurso del camino fue en total silencio, nadie soltaba una sola palabra, hasta que Daki pudo notar las luces de toda la ciudad estar prendidas, al menos eso la calmaba y sabía que estaban cerca de casa.

Siguieron hasta que por fin, la carretera era visible, el auto iba a una velocidad normal. Todo iba normal, pero después de todo lo ocurrido, llegaron a casa.

Al entrar notaron a Tanjiro, Jotaro, Takeshi y Daiki sentados en el sofá, todos los habían estado esperando.

-¡Muzan! —habló Tanjiro, llamando la atención del Alfa.

Muzan se acercó hasta el Omega dándole un fuerte abrazo.

-¡Perdón por haberte dejado solo otra vez! —se disculpó.

-No te preocupes.

Tanjiro paso su mano por los labios del Alfa, para así darle un suave beso.

Daki solo vio de reojo a la pareja, sentándose en uno de los sillones individuales, que estaba al lado derecho. Puso una de sus manos en su mejilla y pensó que ahora ya no tendría que entrometerse con esa familia.

El Omega dejo de besar al Alfa. Pasando su vista sobre Daki.

-¿Te ocurre algo? —preguntó.

-¡No! Solo estoy cansada. Pero... —Daki no sabía si decir la verdad, sobre lo que pasaba. Aun podía remediar todo lo que estaba pasando.

Aun podía decirle a Tanjiro que huya muy lejos junto a sus hijos, pues ese Alfa que se hace pasar por un Alfa amoroso, atento y amable, es una total farsa. Y esta al lado de un verdadero monstruo.

Pero el miedo a que su hija y ella sean asesinadas, era lo único que le impedía decirle la verdad a Tanjiro. Y lo mejor era guardar ese secreto, hasta que ella decida matarse.

-¿Que pasa Daki? —volvió a preguntar.

-Nada.

-Papa. —habló Jotaro.

-¿Dime mi pequeño principe?

-Takeshi, Daiki y yo, estuvimos pensando que tu y nuestro padre, hacen una pareja muy hermosa.

Tanjiro sonrió ante las palabras de su hijo, besando la frente de los tres chicos. Muzan estaba feliz, al menos Tanjiro jamás pensaría en dejarlo.

-Tienes razón Jotaro, por esa razón le quiero pedir a Tanjiro que sea mi pareja por el resto de la vida eterna. Así podremos estar juntos, como una familia.

-¡Si! Yo quiero ser una dama de honor. —comentó Daiki.

-Nosotros ayudaremos con lo que digas padre. Solo si nuestro papá, acepta. —volteando a ver a Tanjiro.

-¡Aceptó!

Daki no contradijo nada, solo guardo silencio y pensó que ese compromiso al lado de Muzan, sería bueno para Tanjiro, al menos el Alfa ama a Tanjiro, solo que jamás podra cambiar su forma de tener a una persona a su lado. Así tenga que hacer el peor daño posible...

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No vuelvas a dejarme solo otra vez. [ 𝙈𝙪𝙯𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora