IV

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Tanjiro se sentía desolado, triste, que todo el mundo estaba en contra de el, lo único que deseaba era salir de ese lugar y encontrarse de nuevamente con sus amigos

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Tanjiro se sentía desolado, triste, que todo el mundo estaba en contra de el, lo único que deseaba era salir de ese lugar y encontrarse de nuevamente con sus amigos. Con tan solo pensar que tal vez jamás los volvería a ver, le destrozaba demasiado el corazon.

- tengo que encontrar la forma de escapar de este lugar, ¿Pero como? — mirando las cadenas que le impedían moverse bien.

Miraba por todas partes buscando algo  para poder romper las cadenas o cualquier otro objeto para formar una llave y liberarse. Pero le era inútil todo lo que miraba estaba muy lejos de su alcance así que se dio por rendido.

Las cadenas lo estaban lastimando, además de tener una piel muy suave, también era delicado como una pequeña flor, era alguien hermoso como omega, pero se sentía inútil.

Solo deseaba salir e inmediatamente abrazar a sus amigos. De tan solo pensar en eso el brilló de sus hermosos ojos resplandecía de nuevo. Pero fue interrumpida por algunos pasos que se hacían más fuertes y escuchar la puerta ser abierta.

Lo único que pensó era que no importaba lo que sucediera con el, solo pensaba en ser lo demasiado fuerte y soportar lo que pase. Así sea ser lastimado, insultado o incluso que lo mataran. No iba a morir sin antes lastimar o hacerle la vida miserable a Muzan.

- ¿quién es? — preguntó viendo la puerta ser abierta poco a poco.

- lamento entrar de esta forma pero el señor Muzan nos pidió que le diéramos algo de comer.

Decía un chico, con algunas franjas azules en el cuerpo, a pesar de ser alguien fuerte que se notaba a simple vista y no llevar algo que cubriera la parte de arriba de su cuerpo haciendo ver lo fuerte que ha de ser.

- ¿Nos pidió? — dijo Tanjiro dudoso, pues solo lo miraba a el.

- ¡si! En un momento llegará alguien con la comida, pues es algo difícil encontrar comida en el día.

- disculpa, puedo hacerte tres preguntas — preguntó algo apenado y con miedo.

- supongo que si — mirando a Tanjiro.

- ¿como te llamas?

- o claro! Me llamo Akaza soy un integrante de las doce lunas demoníacas.

Dijo mirando detalladamente a Tanjiro, pues al ser verdad era un omega muy hermoso, lindo e indefenso a primera vista. Pero podía sentir la enorme bondad de su corazón y le llamaba mucho la atención sus hermosos ojos que resplandecían como si de alguna estrella se tratase. Aunque también podía sentir el miedo y tristeza de el omega.

- un gusto en conocerte Akaza — no se ve tan malo que diga y no me da tanto miedo estar cerca de el.

- el placer en todo mio — sonriendo - ¿ahora su siguiente pregunta es?

- ¿donde estoy? Por Favor dime en donde me encuentro. —preguntó muy desesperado.

- en la fortaleza, un lugar en donde a veces las Lunas se reúnen.

No vuelvas a dejarme solo otra vez. [ 𝙈𝙪𝙯𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora