Capítulo 35

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Abrí los ojos lentamente, ya era de día, lo sabía por el gran calor que tenía y por el hermoso sonido de las bocinas de los autos y los camiones por la calle, mire el techo y solo pude saber...

— Está no es mi habitación y tampoco es mi apartamento - digo

— Por supuesto, porque es mi habitación y estás de nuevo en mi cama - escucho la voz del Señor Jeon

¿Por qué a plena mañana aparece el monstruo?

Me reincorporó en la cama mareándome en el proceso — Señor Jeon - me tomó la cabeza del dolor de la resaca de ayer que está punzante.

¡Ahg! No vuelvo a tomar café con no sé que tipo de piquete

—¿No puedes manejar una simple resaca, Kim? Parece que necesitas aprender a controlarte. - habla de manera sarcástica, luego se acerca a mí y me da un vaso de agua — Bebe esto y ve a descansar un poco más.

Parpadeo un par de veces por su "amabilidad" luego asiento tomando el vaso de agua — Gracias Señor Jeon

— No necesitas agradecer, Kim. Es mi deber cuidar de ti. - Sonrió ligeramente mientras me observa beber el agua.

¿Cuidar de mí? Bueno eso es nuevo acaso... ¿me voy a morir?

— Ahora descansa y recupérate por completo.

— Pero... - inicio cuando recuerdo las cosas que debo hacer — Seol tiene que ir a la escuela

— No te preocupes por eso, Kim. Yo me encargaré de Seol. Ve a descansar y recupérate completamente.

Yo estoy soñando, esto debe ser un sueño

— Pellízqueme por favor - pido mirando al Señor Jeon, si él se niega o me pellizca y no me duele, entonces confirmado, estoy soñando, porque él está siendo muy amable conmigo.

Él me mira con una ceja levantada —¿En serio? Estás pidiendo que te pellizque. - interroga, yo asiento con la cabeza — Muy bien, aquí tienes. - me da un leve pellizco en el brazo que me hace brincar de mi asiento y tomarme el brazo rápidamente, no, no estoy soñando — Ahora ve a descansar.

— ¡Auch! - exclamo tomándome el brazo — Entonces... no estoy soñando

El Señor Jeon ríe levemente

— No, no estás soñando. Ahora ve a descansar antes de que cambie de opinión y te pellizque otra vez.

Levanto mi mano en señal de paz — De acuerdo, de acuerdo, volveré a recostarme - Dejo el vaso de lado y me acuesto de nuevo en la cama

— Eso es mejor. Descansa y recupérate, Kim. Estaré aquí si necesitas algo más. - Sale de la habitación y cierra la puerta suavemente.

¿Pues que hice anoche para que él se comporte así?

No tengo tiempo para pensar, me duele la cabeza, me doy la vuelta en la cama acomodándome antes de tomar la almohada a mi lado y abrazarla hundiendo ahí mi nariz.

— Huele al Señor Jeon - susurró mientras sigo hundiendo mi nariz en la almohada y llenando mis pulmones con su aroma, mis mejillas se sonrojan y mi corazón se acelera mientras tengo los ojos cerrados.

Segundos más tarde reaccionó, abro los ojos rápidamente y aparto la almohada del Señor Jeon de golpe de mí. Me siento en la cama y me vuelve a doler la cabeza

— Agh, necesito una aspirina, me va a dar taquicardia - hablo mientras comienzo a acariciar mis mejillas para quitarle el sonrojo

— Veamos, yo no puedo dormir sin abrazar algo, en la habitación pedí otra almohada, en mi apartamento tengo mi peluche de león, pero - pienso un momento — ¿Qué abracé aquí? ¿Yo lo abracé? - pienso en un susurro me sonrojo solo de imaginar la situación y vuelvo a recostarme en la cama cubriendo mi rostro con la manta. — No puede ser así - mi corazón se acelera de nuevo — Pediré las aspirinas, no quiero que me dé un ataque cardíaco aquí mismo - cierro mis ojos, acomodándome en la cama antes de tranquilizarme y quedarme dormido.

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora