Capítulo 44

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Más tarde me despierto con dolor de cabeza mirando el cielo azul sobre mí, también a un lloroso Seol mirándome y aun preocupado Señor Jeon, me doy cuenta de que no estoy en donde debería estar

— ¿Estás bien, Amor? - interroga en tono preocupante el Señor Jeon

Su pregunta me aturde y mi corazón late rápidamente al escucharlo llamarme amor

¿Por qué se siente cálido?

Es como... sí hubiese encontrado algo que quizás no sabía que había perdido, de repente los pajaritos cantan más melodioso, sin desafinar ninguna nota, el sol ya no me molesta y es más siento que ya no necesito nada más, todo es color de rosa y yo no sé si asustarme porque el desmayo me haya dejado más torpe de lo que soy normalmente — Yo... - inicio en tono desafinado antes de carraspear y asentir tontamente con la cabeza— Estoy bien, Señor Jeon. Solo fue un mareo momentáneo - miento sin querer admitir lo que verdaderamente pasó...

Es que solo a mi, Kim Taehyung se me ocurre decir "La Casa de los sustos" en las opciones que podíamos ir...

No, nunca he sido bueno con las cosas relacionadas al terror, los payasos me dan miedo luego de que mi querido y adorado mejor amigo Jimin, me obligará a ver "It" de manera "pacífica" entre comillas y que se note el sarcasmo porque literalmente nos encerró en su habitación y casi me ata a su cama como Jeffrey Dahmer, otra serie que no quiero ver en mi vida...

— Me alegra escuchar eso, Taehyung. Pero ten más cuidado la próxima vez. No quiero que te lastimes. Ahora, levántate y ven conmigo. Tenemos mucho de qué hablar... - dice mientras ofrece su mano para ayudarme a levantarse.

Pero un momento...

¿Saben donde estoy acostado?

Me hubiese gustado estar de nuevo en su cama, inundando mis pulmones de su aroma y comenzando a frotar su almohada en mi cara y luego...

«¡Kim Taehyung reacciona, por favor!» suplica mi subconsciente

En fin, estaba acostado en la cera caliente del Lotte World fuera de la Casa de los sustos, yo no sé por qué...

No creo que yo pese demasiado, pero a cuatro pasos de donde estamos había una banca vacía de madera, que tenía sombra por el gran árbol detrás de él, pudo haberme cargado si tanto soy su amor, pero no, el Señor Jeon no quiso usar su fuerza y heme aquí, azandome como un pedazo de carne en la parrilla, pero de alguna manera yo estaba bien con eso, no me molestaba el sol, para nada, ni la cera caliente, ni que la gente se me quedara viendo como si fuese un retrasado o un accidentado.

De manera tímida... y sin saber por qué, extiendo mi mano para tomar la suya y ponerme de pie, su tacto contra el mío hace que envíe cargas eléctricas por mi cuerpo.

Algo me está pasando, enserió...

¡Qué alguno de los chismosos llame a una ambulancia!

El Señor Jeon levanta la mirada y nuestros ojos se encuentran por un instante.

Cuando nuestras miradas se encuentran me quedo sin poder hablar, si antes no podía ahora menos, su tacto comienza a quemarme, pero no es malo, para nada, es más... necesito más, mi cuerpo comienza a necesitarlo — Señor Jeon... - inicio en un débil susurro sin apartar mi mirada de la suya

— ¿Qué sucede, Taehyung? Pareces distraído. Recuerda que estamos en público y debemos mantener las apariencias. - me da una mirada seria mientras se aleja lentamente.

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora