Capítulo 81

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Habían pasado 45 minutos en el auto o más y eso me causaba ansiedad, porque ir en silencio nunca me había parecido la peor decisión de mi vida, esta fue la primera vez en que el silencio me hizo sentir incómodo.

Todo por abrir mi boca, todo por intentar llevarme mejor con el Señor Jeon, ahora, enfrentaba la posibilidad de quedarme sin cita, sin desayuno y posiblemente sin trabajo.

Me odiaba tanto, odiaba tanto esto, solo fue cuestión de minutos en el que podía visualizar la entrada de la mansión, el portón de barandas negras, imponente, tan imponente como el castillo de alguien cruel.

Trago duro cuando las puertas se abren, contengo el aliento mientras el auto cruza y entra, miro a mi alrededor, todo tan tranquilo, como si nunca nos hubiésemos ido.

Dejo salir el aire cuando él se detiene frente a la puerta principal, regularmente nunca estacionaba su auto frente a la puerta, quizás estaba demasiado enfadado conmigo como para tratar de hacer las cosas de siempre.

— Bájate - dice sin mirarme, tomo mi bolso mientras bajo la mirada.

— Yo en serio, Señor Jeon, le juro que solo estaba bromeando, no era mi intención... - digo rápidamente disculpándome, pero él me interrumpe.

— Solo bájate del auto - repite de manera seria, autoritaria y demandante

No digo nada, suspiro y abro la puerta para bajar del auto, intento ponerme de pie, pero hay algo que me detiene, algo que hace opresión en mi pecho, ahora...

¿Qué era exactamente lo que me impedía seguir su orden?

 ¿Por qué seguía tentando a la suerte?

Me desespero, la puerta del auto está abierta y se siente tan lejos ahora mismo cuando está cerca, suspiro, trato de relajarme y lo intentó de nuevo, pero de la misma forma que intento salir con fuerza, está me regresa.

— Kim...- inicia

— Lo siento, Señor Jeon, en serio, estoy intentando salir, pero no puedo... - digo nervioso

— Kim...

— Hay algo que me impide salir, lo digo en serio, quizás, quizás es algún propósito de que yo esté aquí, quizás el universo quiere que arreglemos las cosas y que ninguno de los dos se moleste por esto...

— Kim...

— Sí, suena ridículo, pero ¿Y si el destino cree que esto es estúpido? No quiero que se moleste por esto, sabe usted muy bien que yo soy un tonto, qué siempre echo a perder todo, pero le juro que no fue mi intención, porque...

— ¡Kim, escúchame! - exclama en voz alta llamando mi atención

— ¿Sí, Jungkook?

— Ese "Impedimento" del que hablas, es el cinturón de seguridad, amore -

— ¿Eh?

Él me mira divertido, mientras señala con uno de sus dedos el dichoso cinturón de seguridad, bajo la mirada y efectivamente, en gran resplandor, el cinturón me saluda haciendo que me ponga rojo de la vergüenza, de la estupidez...

— Ah... es, es verdad, que tonto soy - susurro desabrochándolo, mientras bajó rápidamente del auto, cierro la puerta y caminó rápidamente sin mirar atrás a la puerta principal, pidiéndole a Dios que la tierra me tragara y me escupiera en España, en una isla desierta o donde quisiera, pero en dónde nunca Jungkook pudiera encontrarme, estoy tan distraído que a lo lejos escucho la bocina del auto, lo que hace que gire sobre mis talones.

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora