Capítulo 34

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— ¿De compañía es?

El Señor Jeon se detiene un momento — No me interesa saberlo - menciona — Sí, Ares Hidalgo es un rival de negocios. No toleraré que me mientas o intentes manipularme

Bufó, esto ya no está siendo divertido

— Con usted es imposible hablar - digo para regresar mi mirada al frente donde el Señor Min sigue besando a Jimin

— ¿Qué estás insinuando? No toleraré que te metas en mis asuntos personales. Recuerda tu lugar, Kim

— Lo recuerdo ¿Usted recuerda el suyo?

— No me subestimes, Kim. Recuerda que soy el jefe aquí y tú solo eres mi asistente - habla con voz firme y autoritaria.

— No ahora, estoy fuera de la oficina así que es mi igual

¿Estoy demasiado valiente, eh?

— No confundas las cosas, Kim. Afuera de la oficina o no, sigues siendo mi asistente y te exijo respeto

— Y yo... - me detengo poniéndome de pie y mirándolo — ¡Y yo le exijo que se vaya a casa, es mi salida con mi amigo nunca le pedí que viniera!

Todo a nuestro alrededor se queda en silencio, mi respiración agitada por la furia que recorre mis venas y mi cuerpo es lo único que sé escucha, a lo lejos los leves murmullos, carraspeos o tos incómoda de algunas personas que aman los chismes he intentan dar sus opiniones sobre el tema.

Un tema que no saben, un tema que no les debería de importar.

— ¿Cómo te atreves a hablarme así? Recuerda quién manda aquí. No toleraré que me desafíes - habla con voz fría y amenazante mirándome mientras se queda en su asiento.

— ¡Sé quién es y que estúpida miserable cosa soy! - Exclamó — ¡Acaba de arruinar mi única noche feliz con mi mejor amigo, muchísimas gracias amor! - explotó antes de tomar mi abrigo y caminar hacia afuera de la cafetería

La furia que me recorre hace que la borrachera que tengo se me pase un poco, porque en pasos tambaleantes logró salir de la cafetería

Camino hacia mi apartamento, no iré a esa mansión, si él puede cambiar el contrato y las reglas, yo también puedo

(...)

Me he quedado en la esquina de la cafetería esperando un taxi para irme a mi antiguo apartamento, tengo frío, a pesar de tener un abrigo caliente, estar enojado y ebrio

De reojo veo al Señor Jeon salir de la cafetería y acercarse a mí, ruedo los ojos con fastidio sin prestarle tanta importancia mientras sigo esperando un taxi y me froto las manos para intentar calentarme

— Kim, lo siento... No quería arruinar tu noche. Permíteme llevarte a casa al menos

Parpadeo un par de veces intentando detener mis temblores de frío y me giro hacia él para mirarlo de frente — Usted... ¿Usted acaba de disculparse conmigo? - interrogo asombrado mientras mis dientes tiemblan junto con mi cuerpo

Esto es... ¡Increíble!
Traigan una cámara, llamen a la prensa, a las noticias, que venga todo el mundo

¡El Señor Jeon acaba de pedirme disculpas!

— ¿Puede repetirlo?

Lo veo sonreír y reírse levemente y de nuevo... mi corazón se acelera.

Yo creo que comenzaré a tomar aspirinas para prevenir la taquicardia porque esto que me sucede no es normal

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora