Capítulo 82

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Fruncir el ceño se estaba volviendo una especialidad para mí, más cuando él se mofa de mis torpezas, sé que (quizás no) él solo lo hacía porque realmente yo era divertido o porque simplemente mi estupidez lo hacía reír, pero de algo estaba seguro, esta cara no estaba feliz, no cuando yo mismo me había jurado que no comería ensalada y fue lo único que pedí para desayunar.

¡Agh!... A veces quería golpearme la cabeza para no ser tan estúpido, no era mi dinero, él pagaría por mí, fui su invitado e insistió a que eligiera lo que quisiera, pero me daba pena.

Yo era un limosnero de primas a primeras

¿Por qué tenía que tomarme la confianza de pedir lo que yo quisiera?

Mi subconsciente me reprochaba que yo, no me lo merecía.

Los precios eran elevados, a pesar de ser el tiempo de desayuno, si una taza de café iba desde los 34 wones... ¿Cómo sería una botella del vino más económico?

Me sentía decepcionado, estaba decepcionado de mí.

— ¿Seguro que solo quieres ensalada y un vaso de agua para desayunar, Kim? - interroga una vez más el Señor Jeon con una sonrisa burlona en sus labios, levantó la vista de mi plato, mientras mastico de mala gana la lechuga fingiendo que la estoy disfrutando.

— Por supuesto Jungkook- me limito a decir mientras cubro mi boca y trago la fastidiosa lechuga.

Él asiente mientras comienza comer su desayuno, huevos revueltos con salsa y carne de 50 wones, a beber su americano de 44 wones y un poco de pan integral sin orillas de 20 wones.

¡Ah! Y olvide mencionarlo, la mantequilla, el azúcar y la leche iban pagados por aparte con un precio que variaba desde los 5 hasta los 10 wones, estaba siendo un gasto de 129 wones en su desayuno, algo que si fuese por mí, no gastaría jamás.

— Creo que le falta un poco de sal- menciona estirándose para tomar un poco del salero, 4 wones más.

Todo aquí costaba dinero, no me sorprendería que si estornudará le cobrarían mis germanes y si respiro de más le cobrarían el oxígeno, pero Jungkook estaba bien, más que bien.

¿Y cómo no? Él tiene dinero, puede pagarlo con facilidad, en cambio, mortales como yo, sufrimos siempre con luchar con precios accesibles a nuestras facultades y necesidades.

¿Por qué me preocupo por esto?

No tengo idea, no debería de preocuparme, pero lo hago.

Estoy más reflexivo de lo que he sido, quizás sea por el estúpido libro que Jiminie me recomendó, ese de "La Tregua" de Mario Benedetti, lo había terminado de leer anoche y ahora no podía dejar de cuestionar y pensar muchas cosas.

Me encojo en mi asiento mientras me acomodo, llevo de nuevo otro pedazo de la (Desabrida) lechuga a mi boca y lo mastico mientras pienso.

Mi ensalada tenía el precio de 20 wones y el vaso con agua 5, un total de 25 wones, me negué al aderezo, porque aumentaba a un precio de 30 wones y también me negué a tocar el pan, ¿Iba a quedarme con hambre? Si, eso era seguro.

Amore... - inicia el Señor Jeon haciendo que toda mi atención se centre en él — Has estado demasiado callado y pensativo ¿Ocurre algo? - interroga mientras limpia las comisuras de su boca con la servilleta.

Niego con la cabeza mientras me sonrojo.

— Nada, no ocurre nada, Jungkook- me limito a decir, mientras bajo la mirada para centrar mi vista en la ensalada, suspiro mientras retomo mis pensamientos.

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora