Capítulo 7

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Cierro los ojos mientras me doy la vuelta sobre mis talones y lo confronto.

-Yo... Me perdí mientras buscaba la habitación de Jeon Seol - admito - Luego vi esta habitación y creí que era aquí, lo siento - me disculpo haciendo una leve reverencia.

-En primer lugar, la puerta no tiene ningún letrero que diga Seol, en segundo lugar, a Jeon Seol no le gustan los conejos rosados, dice que son de niña y, en tercer lugar, cuando abriste esa puerta y viste que el interior estaba sucio, debías saber que no era la habitación de Jeon Seol he inmediatamente cerrarla y no curiosear en ella porque no es de tu incumbencia- hablo severamente el hermano mayor del Señor Jeon mientras entraba en la habitación y arrebataba de mis manos el marco de fotos.

Jeon Jung Hyun el hermano mayor por dos años del Señor Jeon, si, no sabía que habitaba en la mansión y es algo estúpido porque obviamente debía vivir aquí, Jeon Jung Hyun es dueño de la sucursal de Jeon's Incorporation ubicada en Estados Unidos, por ende, he de creer que está aquí de visita, ya que, se mudó a New York el año pasado luego de que su padre le heredara la compañía después de anunciar su retiro.

Siempre me he preguntado, si Jung Hyun es el primogénito del señor Jeon Soon Ghu el padre del Señor Jeon, ¿por qué le daría la compañía más pequeña (pero siempre poderosa) en Estados Unidos y no la central de Seúl Corea?

Jung Hyun es idéntico o bueno, el Señor Jeon es casi idéntico a Jung Hyun sus cejas delgadas, nariz un poco más grande que la del Señor Jeon, labios delgados, ojos misteriosos, me atrevo a decir hasta que usan el mismo peinado solo que, claramente, al Señor Jeon le queda muchísimo mejor que a él, en fin, es guapo, pero no tanto como su hermano menor.

-Sal de esta habitación antes de que te rompa esto en la cabeza - amenaza Jung Hyun levantando un poco el marco de fotos en su mano - No me interesa quién seas, lárgate inmediatamente de aquí - brama, su tono es gélido, casi igual al de su pequeño hermano, bueno, misterio resuelto, el Señor Jeon tuvo un GRAN ejemplo a seguir.

Asiento rápidamente no sin antes volver a disculparme y salir de ahí de manera apresurada.

-Bien, ahora sé que no le caigo bien a mi cuñado - susurro para mí mismo luego de asegurarme estar lo suficientemente lejos de aquella habitación misteriosa mientras camino por el pasillo - Muy bien -suspiro - ¿por dónde entre? ¿Por aquí o por allá? - interrogo mientras acaricio mi barbilla, estoy de pie como árbol en medio del camino mientras intento recordar mis pasos.

-¿Disculpe, quién es usted? - la dulce voz de una señora hace que me gire a mirarla, ella tiene su carrito de limpieza mientras me observa esperando una respuesta de mi parte.

- Ahm, hola, buenos días - inicio amable con una sonrisa - Mi nombre es Kim... -
- Es mi esposo, el Señor Jeon Taehyung - interviene alguien detrás de mí que hace que cierre los ojos involuntariamente y acelera los latidos de mi corazón - por favor Graciela, sigue con tus labores, me ocuparé - habla el Señor Jeon, su voz neutra hace que una corriente rara pase por todo mi cuerpo causándome escalofríos, la señora Graciela asiente antes de hacer una reverencia y seguir su camino para continuar con sus labores.

-Bueno, veo que no encontraste la habitación de Seol - dice, la saliva de mi boca desaparece dejándome sediento de repente, armándome de valor, giro sobre mis talones para mirarlo.

- Yo... - titubeo, aparto la mirada de la suya mientras observo el asombroso piso de cerámica negro, uh que interesante hasta tiene brillos.

- No eres tan eficiente como creí -

¿Qué yo no soy qué?

-¿Disculpe? - interrogo levantando la mirada ofendido por sus palabras

- No eres eficiente - repite, sus brazos cruzados sobre su pecho, mirándome sin ningún rastro que me diga realmente que se está burlando de mí, su expresión es neutral tanto como su tono de voz.

-Yo, solo tomé un pasillo incorrecto en la indicación para llegar a la habitación de Seol - me excuso

El Señor Jeon sonríe burlón - ¿Crees que solo fue un pasillo incorrecto? - interroga mientras niega con la cabeza - Has rondado por mi casa como alma en pena porque desde el principio te equivocaste - descruza sus brazos - No era a la derecha, tu "ángel de la guarda" te guío mal - dice entre comillas de manera burlona - Era a la izquierda, incluso, podías fijarte por los dibujos de conejos en las paredes del pasillo, Jeon Seol quería que no te perdieras al llegar a su habitación porque sabía que ibas a hacerlo, ayer se la paso pegando los dibujos que hizo durante toda la semana, incluso tiene carteles que dicen "La madriguera del conejito es por aquí" - menciona y yo ya no puedo estar más avergonzado que ahora.

-Eres observador Kim y muy curioso, lo sé. - habla - No pensé que ibas a perderte - ríe, de nuevo esa risa real, sincera y sin preocupaciones, me agrada escucharlo reír, hace que mi corazón se sienta cálido, el único problema, es que yo soy el payaso que lo hace reír y aunque una parte de mí se sienta ofendido la otra parte... la otra parte disfruta mucho serlo.

-Ahora sígueme - dice el Señor Jeon dejando de reír mientras se gira sobre sus talones y comienza a caminar de regreso por los pasillos, rápidamente lo sigo de cerca mientras nos mantenemos en silencio, su expresión ha vuelto a ser neutra, sus brazos descansan a cada lado de sus costados, derecho, como soldado frente al general, camina a paso rápido a pesar de estar descalzo. Corro o intento seguirle el paso por el pasillo.

- Durante nuestro contrato Kim... - inicia el Señor Jeon mientras cruzamos otro pasillo - Dirás que eres mi esposo, a quién sea, ya no serás Kim, serás Jeon, Jeon Taehyung - habla - Quién pregunte tu nombre, esa respuesta dirás. ¿Entiendes?

¿Cambiar mi apellido de soltero, por el Jeon? Me marea, realmente lo hace, es raro, ni siquiera puedo decirlo en mi mente "Hola, soy Jeon Taehyung", un escalofrío me recorre, no, no puedo siquiera imaginarlo.

-Pero... - inicio y el Señor Jeon se detiene, me detengo de golpe al notar el error fatal que he cometido. - Qui-quiero decir, uh, yo... -

¡Dios mío!
¿Por qué estoy tartamudeando?

Todo pasa de manera rápida, el Señor Jeon se acerca a mí y me toma de las caderas empujandome contra la pared de la esquina del próximo pasillo, arrinconandome.

-¿Estás cuestionando mis decisiones de nuevo? - interroga mirándome a los ojos, su rostro tan cerca del mío - Acaso ¿Lo estás haciendo de nuevo Kim? - su voz ronca hace que mis piernas tiemblen y agradezco mucho a la virgen de los abdominales que el Señor Jeon me tenga sujeto de las caderas porque si me suelta, ¡Dios! Sería un helado derretido en el piso.

- Yo... no - jadeo sorprendido

- ¿A qué saben tus labios ahora Kim? - interroga sonriéndome y recuerdo que es la tercera vez que me lo pregunta, mi piel se pone de gallina - No respondiste a mi pregunta la otra vez - sonríe
- ¿Acaso quieres que yo mismo lo compruebe? Deduzco a que saben a chocolate por tu bálsamo de chocolate, ese que siempre guardas en el bolsillo de tu saco - susurra con un tono de voz más grave de lo habitual - ¿Acerté no es así? - y sin esperarlo, sus labios están sobre los míos besándome tomándome por sorpresa.

Creo que me voy a morir

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora