Capítulo 27

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Se acerca más y pasa la mano por mi cabello. Sus labios rozan mi oreja haciéndome estremecer — Eres mío ahora, Kim - susurra de manera ronca

Un pequeño jadeo involuntario se escapa de mis labios

Sé que él está sonriendo, sintiendo el poder que tiene sobre mí, me acerca suavemente y su mano se mueve hacia mi muslo. Su toque es ligero al principio, pero se vuelve más insistente. — Eres muy receptivo, Kim. Va a ser muy divertido.

Cierro mis ojos antes de volver a jadear...

Su mano se desliza hacia arriba de mi muslo, hacia el botón de mi pantalón, acaricia levemente mi cinturón mientras comienza a desabrocharlo. Su otra mano se mueve hacia mi rostro, inclinándose hacia mi rostro mientras presiona sus labios con los míos. El beso es contundente.
— Mío - gruñe contra mis labios

Abro los ojos sorprendido ante su acción — Creí que quería que fuéramos despacio Señor Jeon - susurró cuando nos separamos levemente del beso

— La paciencia está sobrevalorada, Kim. Disfrutemos el momento sin pensar en nada más - dice, él tiene una sonrisa maliciosa en su rostro.

Jadeo al sentir su mano aún en el cinturón de mi pantalón — ¿Se refiere a que no puede esperar más?

El Señor Jeon se inclina más cerca de mi oído, su cálido aliento me hace cosquillas en el cuello mientras susurra seductoramente — Puedo esperar, pero no es necesario. Esto es todo en lo que he estado pensando desde que comenzó esta pequeña farsa. Es hora de que llevemos nuestra relación al siguiente nivel.

Cierro mis ojos de nuevo mientras un nuevo escalofrío cruza mi espalda

Desliza suavemente su mano dentro de mi pantalón con sus dedos a lo largo del inicio de mi ropa interior haciendo que me estremezca — Aquí ambos somos adultos, Kim. Ya no hay necesidad de fingir.

Gimo mientras mis manos se aferran al borde de la cama en donde estoy sentado, tratando de retener los sonidos obscenos que puedan seguir saliendo de mis labios — Señor Jeon - jadeo bajo, mientras abro los ojos de nuevo

El Señor Jeon sonríe, su mirada arde en la mía — Ambos sabemos lo que quieres de mí, Kim -

— ¿Y qué es lo que se supone que yo quiero? - interrogo en un jadeo

— Querido Kim... Todo lo que quieres es mi cuerpo. Mi carne, mi calor, todo para ti. Esta noche eres el rey y yo soy solo tu humilde servidor - Sus labios se acercan a mi oído derecho — Lo que quieres es mi cuerpo y mi deseo por ti - concluye

Gimo mientras intento separarme un poco de él, mi razonamiento está todavía un poco en el control — Usted se arrepentirá de esto si lo hacemos - digo intentado que él entre en razón

—No, Kim, no. No me arrepentiré, porque esta noche es la noche que estaba buscando. Quiero sentir tu cuerpo presionado contra el mío, tus labios sobre los míos y tu mano entre mis piernas. - Gruñe, su voz ronca y llena de lujuria luego ríe — ¿Te arrepientes...? Solamente te arrepentirás de no haber hecho esto antes. Te necesito Kim, mi polla está dura y me duele desde anoche - Acaricia el bulto en sus pantalones — ¡Míralo! Esta bestia gruesa te quiere, no quiere nada más que estirar tu culito apretado y llenarte de semen caliente -

Trago duro antes de jadear de nuevo, mis mejillas se tornan rojizas con un movimiento rápido, él pellizca mi barbilla y me obliga a mirarlo. — Escúchame, cariño. Vamos a follar esta noche. Y quién mejor que yo tu jefe, tu esposo falso y el padre de nuestro hijo. - gruñe contra mi oído.

Luego, antes de que pueda hablar o protestar más, me pone de pie empujándome hacia el escritorio que tiene en la habitación, separa mis piernas y se coloca entre ellas.— Quítate la Ropa, Kim. Quiero sentir tu cuerpo desnudo contra el mío. - Con un movimiento rápido, me termina de bajar mi pantalón.

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora