Chromatic Love - Kookmin

Capitulo 3

   Mientras el aguacero golpeaba implacablemente las ventanas, dentro de las aulas, los jóvenes se encontraban inmersos en sus clases. Aquella tarde, les tocaba "Interpretación y expresión corporal". Algunos participaban con entusiasmo, mientras que otros consideraban que era una asignatura innecesaria para sus futuros planes.

— Realizaremos una escena teatral en la que uno de ustedes será el amante del otro. Jimin — señaló a un estudiante — y... — escaneó a todos en el salón — Jungkook — quien parecía estar distraído — pasen al frente y representen una dramatización con las características que les mencionaré — indicó la profesora.

Los dos jóvenes se acercaron al pizarrón, evitando cruzar miradas.

— Jimin, tú serás el amante de Jeon, debes interpretar una escena de celos. Jungkook, tú tienes una relación de la cual no piensas separarte. Improvisen — la profesora se apartó.

Todos permanecieron en silencio, observando atentamente.

— Anoche te llamé varias veces... — dijo el rubio, con una voz suave y melancólica.

— Sabes perfectamente que cuando estoy con ella no puedes llamarme.

— ¿Hasta cuándo seguirá siendo así? — Jimin lo miró con ojos vidriosos. Solo se escuchaban sus voces en el aula.

— ¿Qué es lo que quieres? Cuando decidiste meterte en mi cama, sabías que tenía una relación. No puedo simplemente dejarla.

— ¿Y yo qué? ¿Dónde quedo yo en todo esto?

— Escucha, Jimin. Es mejor que dejemos esto aquí... Las cosas se están saliendo de control.

El más bajo esbozó una sonrisa desafiante — ¿En serio? ¿Qué pasaría si tu novia recibiera un video en el que me dices claramente cuánto te gusto mientras tenemos sexo en la misma cama en la que duermes con ella ? — su expresión cambió drásticamente.

— No harías eso — negó, sintiéndose nervioso. Jimin era un actor muy talentoso.

— No me subestimes, Jungkook.

— ¡Entonces dime qué demonios quieres de mí! — exclamó, haciendo que las venas de su cuello resaltaran.

— ¡Te quiero a ti! — se acercó y acarició su rostro, hablándole en un susurro — te quiero a ti, solo para mí. No quiero que estés más con ella. Me estoy volviendo loco.

— No puedo dejarla...

— Entonces la asesinaré — concluyó con una sonrisa macabra.

— ¡Impresionante! — todos comenzaron a aplaudir emocionados.

Los jóvenes se separaron, recuperando su compostura.

— Fue un giro magistral — la profesora felicitó a Jimin — y tú... Se podía ver el miedo en tus ojos. Fue magnífico.

                 Día veintisiete

— Necesito un cigarrillo — se acercó al pelinegro.

— ¿Siempre que quieres fumar piensas en venir a pedirme a mí? — lo miró botando el humo.

— Siempre que quiero fumar tú eres la primera persona que se aparece en el camino.

Jungkook se rió, entregándole algunos que quedaban en la caja.

— Quiero hablarte de algo...

— ¿Tus fetiches?

Negó, colorado de la vergüenza — No menciones eso nunca más. Quiero hablar sobre Yoongi.

— Está muerto — dijo sin más.